Publicado 11/01/2014 10:04

Avance médico podría ayudar a eliminar las células cancerosas

Células tumorales circulantes
UGR

WASHINGTON, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -

Un equipo de científicos estadounidenses son responsables de un avance médico que podría evitar el 90 por ciento de las muertes de los enfermos de cáncer, logrando que las células cancerosas puedan ser destruidas en el torrente sanguíneo, e impidiendo así que lleguen a los órganos sanos.

Los investigadores de la Universidad de Cornell (EE.UU), han descubierto que la inyección de proteínas en la sangre atrae y*mata las células cancerosas antes de que puedan propagarse de los tumores primarios a órganos sanos, según informa 'The Telegraph'.

El principio del nuevo método, el cual se ha publicado íntegro en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences', es unir proteínas que matan el cáncer con los glóbulos blancos de la sangre que viajan a través del torrente sanguíneo.

Cuando una célula cancerosa entra en contacto con proteínas adhesivas, que es casi inevitable en el flujo frenético de la sangre, esto supone su eliminación.

EJÉRCITO DE GLOBULOS BLANCOS SERÍA LA CLAVE

El ingeniero biomédico de la Universidad de Cornell, Michael King, ha indicado que ahora han encontrado una manera de enviar "un ejército de asesinos de glóbulos blancos" que causan apoptosis (la propia muerte de las células cancerosas), borrándolas del torrente sanguíneo.

"Rodeados de estos chicos, es casi imposible que las células cancerosas escapen", aseguró. "Alrededor del 90% de las*muertes por cáncer*están relacionadas", según explica.

El científico ha especificado que el mecanismo es sorprendente e inesperado, ya que ha demostrado que la inyección de glóbulos blancos en la sangre es más eficaz que inyectar directamente en las células cancerosas liposomas o proteína soluble.

Los investigadores han estimado que el nuevo tratamiento mata con éxito a las células cancerosas en el 60% de los casos. Por ahora la investigación se ha realizado en sangre humana en el laboratorio y en ratones vivos, pero no en pacientes.

"Se necesita mucha más investigación para ver si la técnica podría realmente detener la propagación del cáncer en los seres humanos", admitió King.