Actualizado 17/12/2013 21:01

El cambio climático alarga las temporadas de mosquitos del virus del Nilo Occidental

Mosquitol virus del Nilo Occidental
REUTERS


MADRID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -

La variada influencia del cambio climático en la temperatura y la precipitación puede tener un efecto de gran alcance sobre la propagación del virus del Nilo Occidental, según un estudio publicado esta semana en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.

La investigación concluye que el cambio climático puede afectar a los mosquitos que transmiten el virus a través del sur de Estados Unidos, con una tendencia a temporadas más largas de actividad y poblaciones más pequeñas en pleno verano.

Los investigadores de la Universidad de Arizona, en Estados Unidos, Cory Morin y Andrew Comrie, desarrollaron un modelo de población de mosquitos por el clima para simular la abundancia en todo el sur de Estados Unidos de un tipo de mosquito conocido por llevar y transmitir el virus del Nilo Occidental a seres humanos.

Estos científicos encontraron que, en las condiciones climáticas futuras previstas por los modelos de cambio climático, en muchos lugares se ve un alargamiento de la temporada de mosquitos, pero también una reducción de las poblaciones de mosquitos en verano debido a las condiciones más cálidas y secas que permiten sobrevivir a una menor cantidad de larvas.

Sin embargo, estas modificaciones varían significativamente dependiendo de la temperatura y la precipitación.

Por ejemplo, se espera que en verano la caída de las poblaciones de mosquitos sea significativa en el sur, pero no más al norte, donde todavía habrá suficiente lluvia para mantener los hábitats de cría de verano y que las temperaturas extremas sean menos comunes.

Estos hallazgos sugieren que los estudios de transmisión de enfermedades y programas diseñados para controlar las poblaciones de mosquitos portadores de enfermedades se deben dirigir a nivel local para maximizar su eficacia, según destacan los autores.

DEPENDE DE LA HORA Y EL LUGAR

"A la pregunta de si el cambio climático va a hacer que los mosquitos portadores de enfermedades sean más abundantes, la respuesta es que depende de la hora y el lugar", dijo Morin, quien realizó el estudio como parte de su tesis doctoral en el laboratorio de Andrew Comrie, profesor en la Escuela de Geografía y Desarrollo de la Universidad de Arizona.

"Una de las hipótesis es que con el aumento de las temperaturas, los mosquitos podrían desarrollarse en todos los ámbitos --dijo Morin, ahora investigador postdoctoral en el equipo de Comrie--. Nuestro estudio demuestra que esto es poco probable. Más bien, los efectos del cambio climático son diferentes dependiendo de la región".

"La especie de mosquito que estudiamos es subtropical, con temperaturas más cálidas y larvas que se desarrollan más rápido" -concretó Morin--.

Sin embargo, hay un límite, si las temperaturas suben por encima de ese límite, la mortalidad aumenta, de forma que la temperatura, la precipitación o ambas pueden limitar las poblaciones, dependiendo de las condiciones locales".

En el suroeste de Estados Unidos, por ejemplo, se espera que los veranos más calurosos y secos retrasen el inicio de la temporada de mosquitos, sin embargo, a finales del verano y con las lluvias de otoño se dará alguna temporada más larga.

Por el contrario, en el centro-sur del país, habrá menos días de mosquitos debido al descenso de lluvias durante el verano y principios del otoño.

Morin señaló que si bien el estudio se centró en una parte importante en el ciclo infeccioso del virus del Nilo Occidental por parte de mosquitos 'Culex quinquefasciatus', hay otras especies de mosquitos que transmiten el virus.

Por otra parte, el virus también infecta a las aves, otra parte en el ciclo infeccioso que no se incluyó en los modelos de simulación.

PROBLEMAS GRAVES

El 'Culex quinquefasciatus' pone sus huevos en pequeños volúmenes de agua estancada, por lo que sus larvas dependen en gran medida de las precipitaciones, a diferencia de las especies que prefieren grandes volúmenes de agua, como los lagos.

Según los Centros para el Control de Enfermedades norteamericanos, entre el 70 y el 80 por ciento de las personas infectadas con el virus del Nilo Occidental no presenta síntomas, mientras el 20 por ciento restante tendrá síntomas similares a la gripe durante una o dos semanas, limitándose los efectos graves a menos del 1 por ciento de las personas infectadas.

Estos problemas graves incluyen encefalitis (inflamación del cerebro) o meningitis (inflamación del revestimiento del cerebro y la médula espinal) y afectan principalmente a las personas mayores y aquellas con el sistema inmune comprometido.