Publicado 18/01/2014 08:09

Células T del donante participan más en rechazos en trasplantes de cara que las del receptor

Cirujanos en plena operación de trasplante
EUROPA PRESS/HOSPITAL REINA SOFÍA

MADRID, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -

Investigadores del Brigham and Women's Hospital (BWH, en sus siglas en inglés), en Boston, Massachusetts, Estados Unidos, han hecho un descubrimiento que proporciona una nueva visión sobre el proceso de rechazo del cuerpo tras un trasplante.

Los investigadores han demostrado que las células inmunes o células T que participan en los episodios de rechazo del trasplante de cara son significativamente de origen del donante, como explican estos investigadores en un artículo publicado este viernes en 'Modern Pathology'.

Después de cualquier trasplante, incluyendo el facial, las células T en el receptor arman una respuesta inmune a la donación de tejido, provocando rechazo, un proceso que se gestiona con éxito a través de medicamentos de inmunosupresión para que el destinatario sea capaz de tolerar el rostro trasplantado.

En 2009, el primer trasplante de cara se realizó en el BWH y el cirujano principal, el doctor Bohdan Pomahac, ha sido pionero en el procedimiento desde entonces. Sin embargo, la comprensión de los problemas técnicos, sobre todo en torno a cómo el destinatario acepta o rechaza la cara donada, apenas comienza.

"La creencia convencional sobre el trasplante de cara es que el rechazo se relaciona directamente con las células T del receptor que atacan a las células T del donante de la cara, que se perciben como extrañas por el sistema inmunitario del receptor", explica Christine Lian, patóloga de la piel en el BWH y autora de este estudio.

"Ahora tenemos que repensar este proceso. Sobre la base de nuestros resultados, es evidente que las células T del donante, que se transfieren como parte de la nueva cara, juegan un papel importante en el proceso de rechazo también", añade.

Los investigadores examinaron 131 muestras de biopsia de trasplante de cara de un total de cinco pacientes que recibieron una cara de otra persona, entre 2009 y 2013 en el BWH. Se examinaron las muestras por microscopía convencional para categorizar el nivel de rechazo y guiar la terapia inmunosupresora y también se aplicaron biomarcadores basados ??en anticuerpos adicionales.

El uso de biomarcadores permitió a los científicos diferenciar entre las células del donante y las receptoras en el microscopio. Los investigadores encontraron que durante los episodios de rechazo activo, la mayoría de las células inmunes en los especímenes de la cara que estuvieron involucradas en el rechazo fueron de origen donante.

"La participación de estas células inmunitarias del donante de cara en el rechazo del trasplante representa un cambio de paradigma en la comprensión del proceso de rechazo", resalta George F. Murphy, director de Dermatología en BWH y autor de este estudio.

"Una posibilidad intrigante que existe ahora es que los rostros trasplantados no son objetivos simplemente pasivos vulnerables al rechazo, sino que llevan consigo su propio ejército de células inmunes que pueden defender la cara contra los ataques a las células receptoras con el fin de frustrar el proceso de rechazo", dice Murphy.

Los investigadores señalan que se necesitan más estudios por hacer para comprender mejor estas complejas interacciones de las células inmunes, pero estos nuevos hallazgos ayudarán a desarrollar las mejores estrategias diagnósticas y terapéuticas que, por primera vez, tienen en cuenta las células inmunitarias del donante, así como del destinatario.