Actualizado 17/12/2013 21:50

EEUU.- Continúa la remisión del VIH en un niño nacido con el virus

virus del sida, VIH
WIKIMEDIA COMMONS

MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -

Con 3 años de edad, Mississippi, un niño nacido con VIH y tratado con una combinación de medicamentos antivirales inusualmente pronto continúa en perfecto estado y libre de la infección activa 18 meses después de cesar el tratamiento, según un informe sobre su estado, publicado este miércoles en 'New England Journal of Medicine'.

Los primeros resultados del caso se presentaron el pasado marzo durante una reunión científica en Atlanta, pero este reciente informe añade detalles y confirma lo que los investigadores dicen que es el primer caso documentado de remisión del VIH en un niño.

"Nuestros hallazgos sugieren que la remisión de este niño no es una mera casualidad, sino el resultado probable de una terapia agresiva y temprana que puede haber impedido que el virus tome la delantera a las células inmunes del menor", explica Deborah Persaud, autora principal del informe y viróloga y experta en VIH pediátrico en el Centro de Niños de Johns Hopkins. Persaud se asoció con la inmunóloga Katherine Luzuriaga, de la Universidad de Massachusetts, y la pediatra Hannah Gay, de la Universidad de Mississippi, para tratar al bebé.

"Estamos encantados de que el niño permanezca sin la medicación y no tenga ningún virus detectable que se haya replicado --celebra Gay--. Hemos continuado con el seguimiento del niño , obviamente, y sigue muy bien. No hay señales de regreso del VIH y vamos continuar observándolo a largo plazo".

El niño nació de una madre infectada por el VIH y comenzó con una combinación de tratamiento antirretroviral 30 horas después del nacimiento. Una serie de pruebas en los días y semanas posteriores demostraron una disminución progresiva de la presencia viral en la sangre del bebé hasta que llegó a niveles no detectables 29 días después del nacimiento.

El niño permaneció con antivirales hasta los 18 meses de edad, momento en el que se perdió el seguimiento del niño se perdió y, según los médicos, abandonó el tratamiento. A su regreso a la atención médica, unos 10 meses después de que se detuvo el tratamiento, se repitieron las pruebas estándar para el VIH en el niño pero ninunga detectó el virus en la sangre, según el informe.

UN ESTUDIO EN 2014 SOBRE EL TRATAMIENTO TEMPRANO

La experiencia con este niño, subrayan los autores del documento, proporciona evidencia convincente de que los niños infectados por el VIH pueden lograr la remisión viral si la terapia antiretroviral se inicia en cuestión de horas o días después de la infección. Como resultado, un estudio financiado por el Gobierno federal que comenzará a principios de 2014 pondrá a prueba el método de tratamiento temprano utilizado en el caso de este niño para determinar si el método podría ser utilizado en todos los recién nacidos infectados por el VIH.

Los investigadores dicen que la pronta administración de tratamiento antiviral probablemente condujo a la remisión del virus en el niño, ya que se detuvo la formación de depósitos virales difíciles de tratar, el VIH inactivo escondido en las células inmunes que reaviva la infección en la mayoría de los pacientes a las pocas semanas de parar el tratamiento farmacológico.

"La terapia antiviral en los recién nacidos que se inicia en cuestión de horas o días después de la exposición puede ayudar a los bebés a eliminar el virus y lograr la remisión a largo plazo sin la necesidad de tratamiento de por vida mediante la prevención de la formación de esos escondites virales", dijo Persaud.

La remisión, definida en este caso, no sólo por la ausencia de síntomas de la infección, sino también por la falta de replicación del virus, puede ser un paso hacia una cura por esterilización del VIH, es decir, la erradicación completa y a largo plazo de toda la replicación del virus en el cuerpo. Hasta el momento sólo se conoce un caso de curación por esterilización, según los investigadores, el de un hombre con VIH tratado con un trasplante de médula ósea para la leucemia.

Las células de médula ósea procedente de un donante con una rara mutación genética de las células blancas de la sangre hace a algunas personas resistentes al VIH, un beneficio que transfieren al destinatario. Sin embargo, este enfoque de tratamiento complejo, como coinciden expertos en VIH, no es viable ni práctico para los 33 millones de personas en el mundo infectadas con el VIH.

En el niño Mississippi, las pruebas de anticuerpos específicos del VIH, el indicador clínico estándar de la infección por VIH, permanecen hasta el momento negativas, igual que los test que detectan la presencia de células inmunes conocidas como citotóxicas o asesinas, células desplegadas para destruir los invasores virales y cuya presencia indica una infección activa. Pruebas ultrasensibles diseñadas para seguir rastros de virus detectaron intermitentemente huellas virales, que parecen incapaces de formar nuevos virus y reavivar la infección, según el equipo de Persaud.

Es importante destacar que el niño no posee ninguna de las características inmunes observadas en los pacientes llamados "controladores de élite", un pequeño porcentaje de personas infectadas por el VIH cuyos sistemas inmunes les permiten mantener naturalmente el virus bajo control sin tratamiento. Los sistemas inmunológicos de estas personas se aceleran para suprimir la replicación viral, pero no es el caso de este niño, lo que indica que la terapia temprana, en lugar de los mecanismos inmunes naturales, condujo a la remisión del virus en el niño, insisten los investigadores.

Estudios recientes en los recién nacidos infectados por el VIH han demostrado una marcada reducción en el número de células infectadas por virus circulantes cuando los bebés son tratados durante las primeras semanas de la infección y que muchos depósitos del virus difíciles de erradicar comienzan a formarse muy temprano, a pocas semanas de la infección. Casi 3,3 millones de niños viven con el VIH en todo el mundo y más de 260.000 adquieren el virus de sus madres durante el parto, a pesar de los avances en la prevención de la infección de la madre al niño.