BIRMINGHAM, 23 Sep. (Reuters/EP) -
El estado de Alabama (Estados Unidos) ha ejecutado a través de una inyección letal a Derrick O'Neal Mason, declarado culpable por asesinar a tiros a una empleada de una tienda en 1994, en lo que supone la tercera ejecución en el país en lo que va de semana.
La muerte de Mason, de 37 años, se certificó a las 18.49 horas (1.49 horas en la España peninsular) en el centro correccional de Holman, según ha informado el portavoz del departamento de Correccionales, Grantt Culliver. Mason pasó los últimos 16 años de su vida en el corredor de la muerte.
Esta ejecución ha seguido a la de Troy Davis en Georgia, acusado de asesinar a un policía. Este caso ha atraído la atención internacional por las dudas que se ciernen sobre la culpabilidad de Davis. Desde que fuera condenado, en 1991, siete de los nueve testigos clave en el juicio se han retractado o han cambiado su declaración al reconocer que habían sido coaccionados por la Policía. Al margen de estos testimonios, no hay pruebas que vinculen a Davis con este crimen.
También durante la jornada del miércoles, el estado de Texas ejecutó a Lawrence Brewer, de 44 años, un racista radical miembro del Ku Klux Klan, culpable del asesinato del hombre de raza negra James Byrd, al que ató de los tobillos a su camión para arrastrarlo durante más de tres kilómetros por el asfalto.
Mason es el quinto preso ejecutado en Alabama este año, y el número 36 en el país en 2011. Mason fue encarcelado por asesinar a la joven de 25 años Angela Cagle durante un intento de robo en una tienda de alimentación en Huntsville, Alabama. Las autoridades indicaron que obligó a Cagle a permanecer desnuda y le disparó dos veces en la cara desde corta distancia.
Mason pidió disculpas a la familia de las víctimas y dio las gracias a sus propios familiares antes de que se le administrara la inyección letal. Cuatro de los familiares de Cagle presenciaron la ejecución.
El gobernador de Alabama, Robert Bentley, dijo el miércoles que no intervendría para detener el ajusticiamiento después de la petición del abogado de Mason de que perdonara la vida al detenido.