Actualizado 31/07/2013 14:20

EEUU.- Indemnizan con tres millones de euros a un preso que pasó cuatro días abandonado en una celda en San Diego


MADRID, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un estudiante universitario estadounidense, Daniel Chong, ha sido indemnizado con 4,1 millones de dólares (tres millones de euros) después de que agentes federales le abandonaran involuntariamente en una celda sin comida y sin agua durante cinco días, según ha informado este miércoles la BBC.

Chong fue detenido en 2012 durante una redada de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), aunque no se presentaron cargos contra su persona. Sin embargo, nadie se presentó en la celda de retención temporal en la que fue recluido durante cinco días.

La cadena británica ha publicado que el estudiante tuvo que beber su propia orina para sobrevivir, que intentó grabar un mensaje para su madre en su propio brazo y que sufrió alucinaciones.

El estudiante, de 25 años, ha relatado que deslizó los cordones de sus zapatos por la puerta de la celda y que estuvo gritando hasta que los agentes se percataron de su presencia, varios días después.

"Cuando finalmente abrieron la puerta, me sentí feliz", ha reconocido Chong al diario estadounidense 'San Diego Union Tribune'. "Creí que a lo mejor me iban a llevar a un centro psiquiátrico. Estaba gritando", ha asegurado.

Tras ser rescatado, pasó cinco días en un hospital recuperándose de una deshidratación, de un fallo renal y de una perforación en el esófago. Durante su cautiverio, el estudiante perdió además siete kilos.

El abogado de Chong, Eugene Iredale, ha anunciado que ha alcanzado un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos por 4,1 millones de dólares (3 millones de euros) sin tener que presentar ninguna denuncia.

"Lo que le ha pasado a Daniel Chong no debería volver a ocurrirle jamás a ningún ser humano sobre la faz de la Tierra", ha declarado Iredale al diario estadounidense.

Asimismo, ha añadido que los agentes federales han acordado adoptar un nuevo procedimiento para los detenidos y que se han instalado cámaras en las celdas de detención temporal en las oficinas que la DEA tiene en San Diego para evitar que vuelva a repetirse un incidente de estas características.