Actualizado 30/06/2007 06:50

EEUU/México.- México lamenta que el Senado de Estados Unidos rechace reformar la Ley de migración


CIUDAD DE MÉXICO, 30 Jun. (EP/AP) -

La reforma frustrada de la Ley de migración de Estados Unidos supuso un revés para su país vecino, México, según lamentaron funcionarios y medios de comunicación mexicanos. El hecho de que finalmente dicha reforma fuera rechazada por el Senado afecta directamente a millones de inmigrantes ilegales, en su mayoría procedentes de México.

Para los principales diarios mexicanos, el que no prospera esta medida evidencia que Estados Unidos no tiene interés de reformar una Ley que permite al país optar a mano de obra barata, sin legitimizar a los trabajadores. Por ello, calificaron el rechazo del proyecto de reforma de hipócrita.

"Es obvio que los políticos de Estados Unidos quieren trabajadores, pero no están dispuestos a dar un marco legal a la mano de obra que necesitan", lamenta un editorial del diario 'El Universal'.

Los inmigrantes "seguirán sometidos a extraordinarias medidas de discriminación", agrega. "Es un error porque el gran temor popular en ese país, el terrorismo, no se beneficia de esta subcultura de la ilegalidad al renunciar a ordenar el flujo de inmigrantes".

Por su parte, el diario 'La Jornada' considera en un editorial la decisión de "triple naufragio", al ser un fracaso del Gobierno de George W. Bush, de Estados Unidos, y del presidente mexicano Felipe Calderón que, al contrario que su antecesor Vicente Fox, no promovió el asunto ante Washington.

"Para Bush (...) evidencia y acentúa la debilidad de su presidencia hasta entre las filas de sus correligionarios republicanos, cuya ala más conservadora resultó decisiva en la derrota de la iniciativa", indica 'La Jornada'.

Agrega que "el país más poderoso del planeta deberá seguir viviendo, durante muchos meses, con una escandalosa contradicción entre sus leyes y las necesidades reales de su economía, sedienta de mano de obra barata para garantizar la competitividad internacional de sus exportaciones, especialmente las agrícolas".

El presidente Calderón también recibe duras críticas por no promover suficientemente la reforma inmigratoria y limitarse "a observar el proceso de la malograda reforma migratoria con una indolencia tan manifiesta que habría podido pensarse que el asunto no concernía a México". El anterior presidente, Vicente Fox, que dejó el cargo en diciembre, hizo de la reforma inmigratoria con Estados Unidos su tema prioritario.

Sin embargo, Calderón centró sus esfuerzos en fortalecer la economía de México para detener el flujo de indocumentados a Estados Unidos, al tiempo que criticaba la construcción de una barrera de 1.130 kilómetros que el Congreso estadounidense aprobó para incrementar la seguridad en la frontera común.

Calderón consideró el jueves que el Senado de Estados Unidos "comete un grave error al no reconocer un problema que está ahí y al evitar con su decisión darle una solución sensata, racional, legal, al problema migratorio que no se puede resolver simple y sencillamente con discursos, requiere resoluciones concretas".

Las autoridades de ambos lados de la frontera estiman que más de once millones de mexicanos viven en Estados Unidos, de los cuales cerca de seis millones lo hacen en situación irregular.

Sin embargo, no todos los mexicanos se sintieron decepcionados con el rechazo de la medida, y el portavoz del grupo de activismo Frente para Mexicanos en el Extranjero, Al Rojas, aseguró que la ley habría provocado "prejuicios", colocando a los inmigrantes "como criminales, juzgándolos".