Actualizado 05/05/2007 19:56

EEUU.- Un total de 18 adolescentes, de entre 15 y 18 años mueren por una mezcla de heroína con analgésico en Dallas


DALLAS, 5 May. (EP/AP) -

Al menos 18 adolescentes de entre 15 y 18 años fallecieron en los últimos meses en la zona de Dallas, en el estado estadounidense de Texas, tras consumir una mezcla de heroína en polvo y Tylenol PM, un popular analgésico contra el dolor, que se conoce como 'cheese' (queso).

La popularización de esta mezcla en los colegios de la zona de Dallas ha generado gran preocupación entre la Policía y los padres, quienes han encontrado esta droga incluso en menores de 11 años de edad.

Por ahora, la heroína 'cheese' parece ser un fenómeno de Dallas, donde el fenómeno fue descubierto, por primera vez, en 2005. Pero los expertos advierten que los narcotraficantes están siempre dispuestos a expandirse a nuevas áreas.

"Es sólo una cara diferente de mezclas con heroína, pero sigue siendo heroína", dijo el doctor Jeffrey Barnard, jefe de la oficina forense en el condado de Dallas. "La heroína es el problema", añadió.

La popularidad de 'cheese' se debe al fácil y asequible acceso de los menores a ella, ya que una dosis cuesta en el mercado entre uno y dos dólares, además, en lugar de inyectarse se aspira.

"Ojalá podamos intentar contenerla", dijo el doctor Sing-Yi Feng, toxicólogo en el Centro Médico para Niños en el centro de Dallas. "Preocupa el hecho de que sea muy barata y fácil de usar", indicó.

Solo durante el curso escolar 2005-2006 la policía del distrito escolar de Dallas detuvo a 90 estudiantes que tenían en posesión esta mezcla. El siguiente curso aumentó y hasta el mes de febrero se han arrestado ya a 122 estudiantes cuya edad media es de 14 años.

"Desde una perspectiva general, las cifras son muy elevadas", destacó el subjefe de narcóticos de la policía de Dallas, Julian Bernal, quien realiza entre seis y 12 arrestos mensuales por posesión de la citada mezcla. "El número de consumidores de heroína está subiendo notablemente en el sistema escolar", incidió.

"El resurgimiento de la heroína en la sociedad en jóvenes de 11 a 16 años no tiene precedente", añadió.

Los expertos dicen que llamar a la mezcla "cheese" (queso) es una treta de mercadotecnia de los traficantes, como también las de teñir las metanfetaminas de diferentes colores y poner marihuana en golosinas.

"Se vuelve mucho más atractiva para los jovencitos porque no tiene el estigma y no tienen tanto temor a iniciarse", dijo el doctor en toxicología en el centro médico para niños de Dallas, Collin Goto. "La llaman 'cheese' y no heroína", insistió.

Los expertos dicen que la mezcla suele tener del 2 por ciento al 8 por ciento de heroína mezclada con Tylenol PM --que contiene acetaminofén y difenhidramina-- o similares medicamentos de venta libre.

A medida que aumenta su tolerancia, algunos chicos pueden usar la droga de 10 a 15 veces por día. Otros pasan ya a inyectarse.

El subjefe de la policía del distrito escolar de Dallas, Gary Hodges, afirmó que los arrestos por 'cheese' en la localidad casi igualan a los de marihuana, que sigue siendo la sustancia que origina más arrestos.

Las muertes se han registrado en todo el condado. La mayoría de las víctimas son varones, mitad blancos y mitad hispanos. Una niña que murió fue hallada con la frase 'Cheese por favor' pintada en su cuerpo con un marcador.

Las autoridades de la citada ciudad texana consideran que el fenómeno está apenas comenzando a extenderse y avisó de las consecuencias que podría suponer para la juventud de esa ciudad.

"Básicamente había pasado inadvertida", dijo el director de Salud y Servicios Humanos del condado de Dallas, Zachary Thompson y miembro de la fuerza de tareas de Dallas sobre la mezcla.

No es la primera vez que Dallas asiste a un brote de muertes de adolescentes por drogas. A mediados de la década de 1990, la heroína alquitranada dejó una estela mortal en el acaudalado suburbio de Plano, con hasta 17 dosis fatales y otras tres casi fatales.

Los jóvenes no comprenden el potencial de una sobredosis fatal, según la directora de comunicaciones de investigación en la Fundación Hazelden, Carol Falkowski, un centro de tratamiento, educación e investigación con sede en Minnesota.

"No hay forma de saber anticipadamente cuál es la pureza de la droga e incluso los consumidores experimentados pueden ingerir sobredosis fatales", concluyó.