Marco Archer Cardoso Moreira, brasileño condenado a muerte
Foto: REUTERS

RÍO DE JANEIRO, 17 Ene. (Notimérica) -

   El brasileño de 53 años, Marco Archer, condenado a pena de muerte por tráfico de drogas en Indonesia ha sido ejecutado este sábado por la tarde (domingo 17 en Yakarta) junto a otros cinco presos.

   El portavoz de Indonesia así lo ha confirmado, tal y como recoge la Agencia Brasil. De acuerdo con las leyes de Indonesia, la única manera de revertir una sentencia de muerte es que el presidente del país acepte una petición de clemencia.

   La primera vez que el gobierno brasileño pidió clemencia para Archer fue en marzo de 2005, cuando el entonces presidente Lula da Silva envió una carta al presidente Susilo Bambang Yudhoyono. Aunque Lula no olvidaba la gravedad de la infracción de Archer, el mandatario aludió al sentido de la humanidad y a la amistad del presidente indonesio.

   Más tarde, en 2012, la presidenta Dilma Rousseff concertó una reunión con el presidente Yudhoyono, durante la 67 Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, entregándole otra carta al presidente para evitar la pena de muerte para el brasileño.

   Sin embargo, el presidente Yudhoyono no respondió ante estas solicitudes. El actual presidente de Indonesia, Joko Widodo, quien asumió el cargo en 2014 y que considera la lucha contra la droga como un asunto primordial, rechazó de nuevo las nuevas peticiones de clemencia de la presidenta de Brasil.

   Archer trabajó como instructor de vuelo libre y fue arrestado en agosto de 2003 cuando trató de entrar en el aeropuerto de Yakarta con 13,4 kilos de cocaína ocultos en un ala delta.

   El condenado a muerte Marco Archer indicó en un testimonio grabado el pasado martes que su sueño era ser liberado y regresar a Brasil, para contar su historia a los jóvenes que tengan problemas con las drogas, y que no cometan el mismo error que él. "Estoy sufriendo. Sé que me equivoqué... pero todo el mundo comete errores", dijo el brasileño de 53 años

REACCIÓN DE DILMA ROUSSEFF

   La mandataria brasileña ya ha sido informada de la ejecución de Archer, y como primera reacción, determinó que el embajador de Brasil en Indonesia, Paulo Alberto da Silveira Soares, volviera a Brasil.

   De esta forma, la presidenta pretende que con el regreso del embajador al país se muestre una forma de protesta y de insatisfacción en las relaciones diplomáticas entre los países, según informa el diario brasileño 'O Globo'.

   Además, este viernes, a través de un comunicado de la presidencia, Rousseff advirtió que la decisión del presidente Widodod llevaría una conmoción en Brasil y "tendrá repercusiones negativas para la relación bilateral".