Actualizado 06/06/2012 00:17

Elevado coste del cambio climático para América Latina en 2050


SAO PAULO, 5 Jun. (Reuters/EP) -

Los daños causados por el cambio climático podrían costar a los países latinoamericanos y del Caribe 100.000 millones de dólares (unos 80.300 millones de euros) al año en 2050 si las temperaturas suben dos grados de media, señala un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

La región produce sólo el once por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, pero está considerada especialmente vulnerable a los impactos del cambio climático debido a su ubicación geográfica y su dependencia de los recursos naturales, precisa el documento.

El BID ha dado a conocer el estudio días antes de que comience en Brasil la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, la Rio+20, que se celebrará del 20 al 22 de junio.

El colapso del bioma de coral en el Caribe, la desaparición de algunos glaciares en los Andes y cierto grado de destrucción en la cuenca del Amazonas son daños causados por el cambio climático y que han sido especialmente destacados en el informe del BID.

Por ejemplo, la pérdida neta de exportaciones agrícolas en la región debido al cambio climático sería de entre 30.000 millones y 52.000 millones de dólares (entre 24.000 y 41.700 millones de euros) para el año 2050. "Pérdidas de esta magnitud podrían limitar las opciones de desarrollo, así como el acceso a los recursos naturales y servicios de los ecosistemas", advierte el BID.

El banco de desarrollo ha explicado que el coste de ayudar a los países a adaptarse a los efectos del cambio climático sería menor en relación con el precio de los potenciales daños.

Se estima que alrededor de un 0,2 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de la región, o aproximadamente el 10 por ciento de los costes del impacto físico, sería necesario para apoyar la adaptación al cambio climático.

MAYOR ESFUERZO

América Latina ha tenido éxito en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente gracias a los recientes cambios en las políticas de uso de suelos, como la reducción de las emisiones relacionadas con la deforestación.

Según el informe, las emisiones de gases de efecto invernadero de la región cayeron un 11 por ciento desde el inicio del siglo, a 4.700 millones de toneladas de equivalente de dióxido de carbono en el año 2010.

Si bien se ha avanzado en la preservación de las tierras que serían vulnerable a la tala para la agricultura u otros usos, el BID ha resaltado que son necesarias más acciones.

Se espera que los sectores del transporte y la energía aumenten su cuota de emisiones de gases de efecto invernadero en un 50 por ciento para el años 2050, según el informe. Estos dos sectores por sí solos podrían contribuir cada año con 2.000 millones de toneladas de CO2e (equivalente de dióxido de carbono) en la región, según el BID.

Esto podría empujar a las emisiones totales de gases de efecto invernadero en la región a 7.000 millones de toneladas para el años 2050. "Las reducciones de emisiones previstas por el cambio de uso de tierra serán más que compensadas por el aumento de las emisiones de otros sectores", explica el informe.