Actualizado 22/07/2009 22:10

Escritora se enfoca en oscura vida matrimonial de Dickens

Por Belinda Goldsmith

CANBERRA (Reuters/EP) - El escritor Charles Dickens es alabado por relatar en sus obras el estilo de vida en la Inglaterra victoriana, pero su trato hacia su propia esposa también es representativo de la sociedad de aquella época, según una nueva novela.

La trabajadora social británica y escritora Gaynor Arnold asegura que ella es una de las muchas personas en el mundo interesadas en la vida y obra del reconocido autor, quien vivió entre 1812 y 1870, pero con una especial fascinación por la psicología de Dickens y su vida con su esposa.

Un pobre Dickens se casó con Catherine Hogarth en 1836 y ella dio a luz a 10 niños antes de que el autor la echara de su hogar en 1858, prohibiendo una relación entre ella y sus hijos mientras él se establecía con otra mujer.

Una celebridad en aquella época, Dickens llegó a publicar un anuncio en el diario para enfrentar rumores y para pedir respeto por la "naturaleza sagradamente privada" de la situación.

Para Arnold, la fascinación aumentó cuando descubrió que la esposa de Dickens, en su lecho de muerte, le pidió a su hija que entregara cartas de amor escritas por su padre al Museo Británico "para que el mundo sepa que alguna vez me amó".

Arnold, quien previamente escribió cuentos cortos pero no es biógrafa, exploró la vida de la esposa de Dickens a través de la ficción, escribiendo "Girl in a Blue Dress: A novel inspired by the life and marriage of Charles Dickens".

"Su correspondencia hacia él había desaparecido porque él quemó todos sus documentos, así que pensé que eso sería un buen lienzo en blanco, y me dio la oportunidad de colocarme en su posición y conocer lo que podría haber sentido durante su matrimonio, y en su agrio y brutal final", dijo.

La novela de Arnold, que fue publicada en Gran Bretaña el año pasado pero que recientemente ha recibido mayor atención internacional debido a su éxito, comienza el día del funeral del escritor Alfred Gibson.

Su viuda, de quien estaba separado, Dorothea Gibson, no fue invitada a la ceremonia y el testamento del hombre favorece a su amante e hijos.

Dorothea comienza a reflexionar acerca de sus años junto a su esposo, recordando los días de su noviazgo y los días felices, además del nacimiento de demasiados hijos, su fama, y los trágicos eventos que lentamente los separaron.

Luego de pasar cuatro años escribiendo sobre Dickens y su esposa, Arnold dijo que surgió en ella un respeto por ambos, ya que se había dado cuenta de las expectativas que los presionaba en esa época.

"Al principio era un gran padre y atento esposo. Pero ambos cambiaron y la manera en que él la trató en el momento de su separación fue atroz. Creo que él atravesaba una crisis psicológica en ese tiempo, así que siento mucha lástima por ambos", dijo.

Arnold reconoce que la esposa de la novela es un personaje de ficción.

La verdadera "estaba siempre a la sombra de él (Dickens) y tal vez muchas veces era feliz así porque ese era el rol de las mujeres victorianas (...) Ello lo quiso toda su vida. Al final, ella sólo quería que la gente supiera que él también la amó", explicó Arnold.