Actualizado 26/04/2007 16:33

España/Brasil.- El Festival 'Madrid en Danza' se despide esta semana con ritmos brasileños y danza clásica


MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Festival 'Madrid en Danza', que dio comienzo el pasado 9 de abril, se despide esta semana hasta la próxima edición, con los ritmos brasileños de la compañía Mimulus y la danza clásica del Ballet de Europa.

Tras 20 días de espectáculos, un total de 70 funciones y 28 espectáculos de compañías de Madrid, Valencia, Cataluña, País Vasco y Andalucía, además de representaciones de Francia, Holanda, Gran Bretaña, Finlandia, Suecia, Suiza y Brasil, han desfilado por los escenarios de ocho teatros de la capital. "Este será un gran fin de fiesta", declaró la directora del Certamen, Ana Cabo, al referirse a las actuaciones que pondrán el punto final a la XXII Edición del Festival.

La compañía Mimulus presenta 'Do lado esquerdo de Quem sobe', un programa cargado de energía, que narra la historia de la samba en la ciudad: desde sus orígenes en los comienzos del siglo XX, hasta nuestros días. "Es un espectáculo contemporáneo", manifestó el director de la compañía, Jomar Mesquita, quien además añadió que "trasladamos los bailes de salón a la danza". Sobre el escenario, los bailarines mueven su cuerpo al ritmo de una música que mezcla tango, polca y ritmos africanos.

El Ballet Europa presenta un doble programa protagonizado por la danza académica, ya que "la técnica clásica no está muerta", según comentó el director de la compañía, Jean-Charles Gil. La compañía otorga al público un programa doble: 'Schubert in love', en el que los bailarines cuentan historias de amor al compás de la música en un escenario de danza, y por otra parte, 'Mireille', una adaptación a la novela homónima del Premio Nobel Frederic Mistral.

EL PODER DEL VESTUARIO

"En el escenario hay danza, luz y vestuario, nada más", adujo Gil, que además de dirigir el Ballet Europa, se encarga del vestuario, junto a otros dos miembros de la compañía. Para 'Mireille', se ha escogido un vestuario a base de túnicas blancas, "que acerca a la cultura mediterránea" y con la que "reconocemos nuestros orígenes", comentó Gil, quien nació en España y que a pesar de haber vivido muchos años fuera, no olvida sus raíces.

"Jugamos con los zapatos", explicó Mesquita al referirse al desarrollo de su espectáculo sobre las tablas. En la obra, se le otorga mucha importancia al calzado, ya que "cuando nació la samba, los zapatos eran símbolo de riqueza". Aquí radica la esencia del movimiento cadencioso y la suavidad de los compases que marcan el baile de la samba: "no forzaban los pasos para no estropear los zapatos", concluyó Mesquita.

NOMBRES CON HISTORIA

Los nombres de las dos compañías definen los sentimientos y sensaciones que quieren provocar en los espectadores. El Ballet de Europa, tiene ese apelativo porque "es muy importante lo que Europa puede darle al arte", destacó Gil, quien además explicó que debía llamarse así porque "Europa es el lugar dónde me he formado culturalmente".

La compañía Mimulus, lleva el nombre de la flor del coraje. "Elegimos este nombre porque la danza da coraje a la gente", explicó Mesquita, quien además comentó que "me gusta como suena el nombre, además de lo que simboliza".