BARCELONA, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
El espectáculo 'Só tinha de ser com voce', espectáculo de danza popular brasileña, recalará este fin de semana en el Mercat de les Flors de Barcelona.
La obra, de la compañía Quasar, es un homenaje a los dos músicos brasileños más importantes: Elis Regina y Tom Jobim. El espectáculo presenta en escena a 10 bailarines que interpretarán una coreografía basada en los 14 temas del disco 'Elis&Tom'.
'Só tinha de ser com voce' fue ideado en 2005 por Henrique Rodovalho, director artístico de la Quasar, como una "mezcla entre la danza contemporánea" que caracteriza a la compañía y la música popular de Brasil, explicó la directora general de la compañía, Vera Bicalho.
La obra, que se pudo ver en Palma de Mallorca en 2006, tiene como reto "incorporar la danza como lenguaje artístico a una obra no retocable de hace tres décadas", explicó Bicalho.
La aportación de Rodovalho es el componente abstracto que aportan a los movimientos fragmentados de brazos y piernas característica de la compañía a la banda sonora. En 'Só tinha de ser com voce' se mezclan la "emoción de la música y la coreografía".
Con este espectáculo la compañía ha cambiado de registro totalmente, pues en espectáculos anteriores como 'Do not disturb' (1992) y 'The Chicken's Egg' (1993), trabajaba sobre música electrónica creada e interpretada en directo por sus propios músicos.
La Quasar, fundada en 1988 por Vera Bicalho y Henrique Rodovalho, surgió a partir del Grupo Energia creado en Brasil a principio de los 80. Su objetivo fue la voluntad de librarse de las restricciones académicas y la necesidad de romper con los modelos preestablecidos.
Desde su fundación, la compañía ha sido galardonada con numerosos premios como el premio a la mejor interpretación del III Festival de Danza Susanne Dellal de Tel Aviv y los premios a mejor grupo, espectáculo, coreografía, mejor bailarín revelación y mejor bailarina revelación del Ministerio de Cultura de Brasil.
Henrique Rodovalho procede del ámbito de las artes marciales y la educación física, y antes de ejercer de coreógrafo, ejerció de actor y bailarín.
En sus espectáculos utiliza técnicas interpretativas tradicionales y estrategias multimedia para crear una interacción entre el mundo real y su universo imaginario. También ha recibido numerosos premios nacionales e internacionales como el Premio Mambembe y el XXI Premio de Composición Coreográfica de México.