Actualizado 04/04/2006 18:16

España/Chile.- Magdalena Correa explora la Patagonia en una muestra en el Palau de La Virreina de Barcelona


BARCELONA, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -

La fotógrafa chilena Magdalena Correa retrata la "falta de límites" y la "monumentalidad" del paisaje de la Patagonia en la exposición 'Austral', que se puede ver en el Palau de la Virreina de Barcelona desde mañana al 18 de junio.

A través de una docena de fotografías y dos videoinstalaciones, Correa pretende reflexionar sobre esa ilimitación a la vez que expone "el drama de la belleza abandonada" a través de instantáneas de bosques impenetrables, glaciales, montañas y lagos que se alejan de la visión turística y folklórica de la zona.

La artista explicó hoy en Barcelona que las fotografías y las videoinstalaciones se gestaron en un viaje a la Patagonia chileno en enero de 2005 en el que se le hizo patente que era un paraje en el que "la naturaleza podía con el hombre".

El proyecto tuvo como eje principal la carretera Austral --una vía que se comenzó a construir en 1976 bajo la dictadura de Augusto Pinochet y que todavía no se ha finalizado-- y tuvo como objetivo que "la naturaleza hablara" a través de las fotografías sin ninguna planificación.

La comisaria de la exposición, Menene Gras, aseguró que el proyecto 'Austral' se puede relacionar con la visión que han dado del lugar viajeros y la literatura chilena, al mismo tiempo que es una "exploración personal" del territorio.

Gras señaló que en la exposición también se evidencia el "vacío e incomunicación" que padece la zona y se refleja que "bajo la belleza del paisaje existe el drama del abandono".

Además de las trece fotografías, en las que acentúa los colores, la exposición cuenta con dos videoinstalaciones: 'Patagonia' y 'El viaje de invierno', éste último con cinco proyecciones en el que las imágenes se mueven a ritmo de los 'Impromtus' de Franz Schubert.

Esta es la primera exposición del año en el Palau de la Virreina y según el director de La Virreina Exposicions, Iván de la Nuez, muestra unos "paisajes insólitos" y una "soledad inmensa" que han sido tomadas a Chile, pero que "bien podrían pertenecer a una película de Ingmar Bergman".