Actualizado 05/06/2006 00:54

España.- Detenidos tres colombianos y una menor ecuatoriana como autores de los conocidos como 'secuestros express'


MADRID, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -

Agentes de la Dirección General de la Policía adscritos a la Jefatura Superior de Policía de Madrid detuvieron hoy a cuatro individuos, tres de ellos naturales de Colombia y una menor de edad, procedente de Ecuador, como presuntos autores de cinco delitos de detención ilegal y otros tantos robos contra las víctimas. Tras el primero de sus asaltos, en el distrito de Hortaleza, robaron también el domicilio de la víctima y se llevaron como botín numerosos efectos, informó la Dirección General a través de un comunicado.

Una quinta persona implicada, menor de edad, se encuentra internado en un centro de protección desde su arresto, realizado en días pasados, en el distrito de San Blas.

Las investigaciones corrieron a cargo de agentes del Grupo II de la Brigada de Policía Judicial, especializados en la persecución de hechos delictivos protagonizados por ciudadanos procedentes de América del Sur. El primer asalto se produjo el 4 de mayo en el distrito de Hortaleza y después se sumaron otros, en el de Moratalaz, en muy breve espacio de tiempo, concretamente los días 9, 10, 18 y 20 del mismo mes.

Desde el primer momento, los investigadores de la Brigada trabajaron con agentes de las Comisarías implicadas, especialmente la de Moratalaz, y realizaron una ingente labor de trabajo de campo, con entrevistas de testigos, víctimas y vecinos del distrito. Además, desde la Jefatura Superior de Policía se impartieron las órdenes oportunas para potenciar las tareas no solo de investigación, sino también preventivas: mayor presencia policial uniformada y no uniformada, con especial atención a los puntos y franjas horarias más castigadas.

Todas las víctimas de los conocidos como 'secuestros express' eran vecinos que se dirigían a sus vehículos a primera hora de la mañana para acudir a sus trabajos. Eran abordados por tres individuos, a los que describían como jóvenes, de acento sudamericano, siempre armados con pistolas o armas blancas.

Les sentaban, maniatados, en la parte de atrás de su propio vehículo. Una vez reducidos les sustraían el dinero en metálico y las tarjetas de crédito, además de las llaves del domicilio y del coche.

Con amenazas e intimidación obligaban a que la víctima les facilitara el código secreto de la tarjeta y en ese momento la introducían en el maletero.

A partir de ese momento comenzaba un periplo por cajeros de entidades bancarias correspondientes a las tarjetas de crédito hasta agotar las posibilidades de reintegro. Si podían, además, acudían al domicilio de la víctima para robar en el mismo. Finalmente, buscaban un lugar discreto para liberar al detenido, no sin antes advertirle y amenazarle con represalias si acudía a la Policía.

Con todos los datos recogidos, la línea de investigación determinante fue posible gracias a la detención de dos jóvenes colombianos el pasado 22 de mayo en el distrito de San Blas.

Fueron acusados de un delito de robo con fuerza en locutorio y robo con violencia a un empleado del mismo. Se trataba de Jonathan M.R., colombiano de 19 años y un menor, de 17. Entre los efectos que se les encontró material de interés para la investigación.

La posible relación de estos dos jóvenes con los autores materiales de las detenciones ilegales desencadenó la creación de un grupo de trabajo para llegar a los primeros. Su labor finalizó con las detenciones de José Fernando E.I., de 18 años, Carlos Waldemaro F.C., de 21, Juan Guillermo V.G., de 19, los tres de Colombia y una menor de edad ecuatoriana. De ellos, sólo el primero tiene antecedentes por robo con fuerza.

Los agentes localizaron el domicilio de los detenidos en la calle Luis de Hoyos Sáinz, donde, tras el registro en esta vivienda, intervinieron una pistola, cinco teléfonos móviles, dos de ellos pertenecientes a víctimas de los secuestros, juegos de llaves correspondientes a varios vehículos, dos cuchillos, diversas joyas, material electrónico y munición diversa. Las investigaciones siguen abiertas para tratar de determinar la procedencia de todos los objetos localizados.