Actualizado 17/10/2006 16:42

España.- Un experto alerta sobre el estrés crónico "e inhumano" que sufren alrededor de 1,5 millones de inmigrantes


PAMPLONA, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -

Cerca de 1,5 millones de inmigrantes que han llegado a España en los últimos seis años sufren un estrés "inhumano y desconocido" debido al miedo, la desgracia y las adversidades a las que tienen que enfrentarse en "un mundo hostil", afirmó hoy Joseba Achotegui, fundador y director del Servicio de Atención Psicopatológica y Psicosocial a Inmigrantes y Refugiados, quien precisó que esta cifra es una estimación, ya que muchos inmigrantes no acuden a los servicios sociales por desconfianza y desconocimiento.

Joseba Achotegui, profesor de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona, participa hoy en la Universidad Pública de Navarra en las II Jornadas 'Salud e Interculturalidad', que durante dos días reunirán a profesionales del ámbito de la salud y del trabajo social, así como a personas que trabajan en entidades de apoyo a personas de origen extranjero.

En declaraciones a los periodistas, Achotegui indicó que este estrés crónico y múltiple, definido como el 'síndrome de Ulises', comenzó a acentuarse en España en el año 2000, "con el cierre de Europa y ante la imposibilidad que tienen estas personas de traer a sus familias".

Este cierre de fronteras se está dando "en todas partes", por ejemplo entre Estados Unidos y Méjico o India y Bangladesh. Este experto añadió que esta situación provoca en que los inmigrantes "sufran un estrés insoportable, ya que tienen miedo a ser expulsados".

"No es una enfermedad pero está en el límite, además de que estos síntomas les pueden llevar a una enfermedad, ya que estas personas se encuentran al límite de la capacidad de resistencia", subrayó.

Al respecto, indicó que en muchas ocasiones se les trata como enfermos psicóticos o depresivos, cuando sólo es estrés, por lo que incidió en la importancia de recetar un tratamiento adecuado, porque, si no se hace bien, "les hundimos todavía más".

En cuanto al perfil de estas personas, apuntó que se da más en mujeres que en hombres, aunque la mujer busca más ayuda médica, y por procedencia, los subsaharianos "son más resistentes y fuertes".

Finalmente, señaló que estas personas deben contactar con asociaciones de personas autóctonas y buscar asesoramiento legal para poder superar su soledad, y los médicos "podemos ayudarles con técnicas concretas para aliviar los síntomas, como ayudarles a dormir mejor", ya que, si este problema no se ataja, "puede derivar en alcoholismos y depresiones".

Por otra parte, Francesc Moreu, consejero delegado del Instituto de Diagnóstico por Imagen de Catalunya, declaró a los periodistas en el marco de las mismas jornadas que es necesario trabajar en la acogida, la mediación y la formación para vencer la imagen negativa de la población autóctona sobre los inmigrantes, que está propiciada por "el uso partidista" de la política, que vende a los ciudadanos "una imagen negativa cuando debería ser positiva".

Según señaló este experto, "hay que romper los estereotipos que se tienen con los inmigrantes y enfatizar el tema de la interculturalidad".

EL 26% DE LOS NACIMIENTOS SON DE INMIGRANTES

"Lo ideal es que incorporemos cosas que tienen ellos y que ellos adquieran lo que tenemos nosotros", manifestó, y precisó que el número de inmigrantes en España representa el 10% de la población total, pero el 26% de los nacimientos son de personas inmigrantes.

Al respecto, apuntó que Mohamed y Fátima son los nombres más puestos a los recién nacidos en Cataluña, y destacó que el 16% de los matrimonios son de inmigrantes.

En cuanto a los "problemas" principales a los que se enfrenta la sociedad española en el tema de la inmigración, indicó que son la sostenibilidad y la capacidad que tiene el sistema de bienestar, "hasta dónde puede llegar".

Para hacer frente a ello, explicó que se han de asumir una serie de retos, que los cifró en "diez mandamientos". El primero de ellos es no discriminar a las personas inmigrantes, tener en cuenta sus peculiaridades y no sacarles de la población; promover su incorporación al sistema de salud; aceptar su derecho a gozar de un mismo nivel de salud; y comprender que son personas "como nosotros".

Entre los objetivos, se encuentran también el facilitar la mediación; adaptar la organización sanitaria a los requerimientos de estos colectivos; reforzar su conexión entre los servicios de salud y los servicios sociales y los de educación; saber cuántos son y qué perfiles tienen; utilizar la capacidad que tiene la salud de generar opinión para desmitificar que la inmigración es un problema, y desdramatizar esta situación.

En este sentido, Moreu destacó que los ingresos hospitalarios de los inmigrantes representan menos de un 5%, y las atenciones en urgencias significan el 10%.