Publicado 07/09/2020 17:00

Estados Unidos.- Las migraciones 'en sentido contrario' impiden que los mariscos escapen del calentamiento del océano


MADRID, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -

El calentamiento del océano está conduciendo paradójicamente a los invertebrados que habitan en el fondo, incluidas las vieiras, los mejillones azules y las almejas que son valiosos para la industria de los mariscos, hacia aguas más cálidas y amenazando su supervivencia, según un estudio dirigido por la Universidad de Rutgers, en Estados Unidos.

La nueva investigación publicada en la revista 'Nature Climate Change', los investigadores identifican una causa de las migraciones de especies "en sentido contrario": cambios inducidos por el calentamiento en sus tiempos de desove, lo que provoca la liberación más temprana de larvas que son empujadas a aguas más cálidas por las corrientes del océano.

Los investigadores estudiaron seis décadas de datos sobre 50 especies de invertebrados que viven en el fondo y encontraron que alrededor del 80 por ciento han desaparecido del Georges Bank y la plataforma exterior entre la península de Delmarva y Cape Cod, incluso frente a la costa de Nueva Jersey.

Muchas especies de peces responden al calentamiento del océano migrando a aguas más frías. Pero los migradores "en sentido contrario", que incluyen mariscos, caracoles, estrellas de mar, gusanos y otros, comparten algunos rasgos cruciales. Como larvas, son nadadores débiles y dependen de las corrientes oceánicas para su transporte. De adultos, tienden a permanecer en su lugar, sedentarios o fijos al fondo marino.

Los investigadores descubrieron que el calentamiento del océano ha hecho que estas criaturas desoven más temprano en la primavera o el verano, exponiendo a sus larvas a patrones de viento y corrientes de agua que no experimentarían durante la temporada normal de desove.

Como resultado, las larvas son empujadas hacia el suroeste y hacia el interior, donde las aguas son más cálidas y es menos probable que sobrevivan. Los adultos permanecen en esas zonas y quedan atrapados en un bucle de retroalimentación en el que incluso las aguas más cálidas llevan a tiempos de desove aún más tempranos y a una mayor reducción de sus zonas ocupadas.

Sin embargo, el efecto sobre los invertebrados que habitan en el fondo es más insidioso porque estas criaturas podrían prosperar potencialmente en regiones más frías, pero las corrientes primaverales anteriores impiden que las larvas que nadan débilmente lleguen a ese refugio.

Los investigadores se dieron cuenta de que estos efectos están influenciados por patrones localizados de viento y corriente. Se necesita más investigación para determinar si los efectos son similares en la costa del Pacífico de Estados Unidos o en otras áreas oceánicas.