Actualizado 17/02/2018 09:28

'El Estornudo', el periodismo independiente ve la luz en Cuba

Periodismo cuba
Periodismo cuba - PIXABAY
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   LA HABANA, 17 Feb. (Notimérica) -

   Cuba son sus historias. La vida de un hombre exiliado que no piensa morir si no es en La Habana, el negocio de la venta ilegal de tarjetas de conexión a internet, o el final del cuento gótico de Karla Pérez, una joven expulsada de la universidad por pertenecer a un grupo opositor. Todo esto narra de forma magistral 'El Estornudo', una revista digital en un país sin internet.

   Decenas de crónicas, entrevistas y columnas inundan esta revista de periodismo narrativo independiente, uno de los pocos reductos de prensa libre con los que cuenta la isla. Como tripulantes, dieciseis jóvenes cubanos que han sabido aportar una visión fresca e innovadora de lo que significa realmente el país.

   Ellos mismos se definen como una "revista independiente de periodismo narrativo, hecha desde dentro de Cuba, desde fuera de cuba y, de paso, sobre Cuba".

   

   Sin embargo, el objetivo de 'El Estornudo' no es el posicionamiento político, la crítica o la opinión, sino que pretenden ser simples narradores y contar historias de la forma más fiel y --¿por qué no?-- bella posible.

   Aunque las historias son siempre producidas desde el interior, la conexión de la isla es insuficiente como para montar el proyecto. Para solucionar estos problemas, los reporteros se conectan a una red pública en algún parque del país desde donde envían el contenido a sus compañeros, afincado en otro país, donde se monta y se publica la historia.

el estornudo

   Al timón de 'El Estornudo' se encuentra el periodista Carlos Manuel Álvarez, quien también es editor y reportero. Álvarez revela que el objetivo del proyecto condensado en la revista no es otro que superar el miedo a la censura y la represión, así como luchar contra los estereotipos internacionales que pesan sobre Cuba.

   

   Con respeto al posicionamiento político de la publicación, afirma que "nos aburre bastante la propaganda por la que se caracterizan, salvo contadísimas individualidades, los medios castristas y los anticastristas, muy parecidos entre sí. No vamos a interpretar la realidad a partir de ninguna ideología militante". La contradicción, según explica, es su bandera.

   Álvarez habla de 'El Estornudo' como una pequeña aportación a la libertad de la isla en un momento en el que "ha comenzado a desperezarse", con importantes vientos de apertura como la visita de un presidente estadounidense tras casi 50 años de bloqueo o el futuro abandono de la Presidencia de Raúl Castro.

   En cuanto a los peligros de su trabajo, sin olvidar la situación de censura que vive el país, Álvarez y su equipo pretenden alejarse de "la idea de heroicidad y el papel de víctima con el que se suele lucrar", según ha publicado 'IBE'. Las consecuencias de 'El Estornudo', narra, no pasan por la violencia física, ni siquiera por medidas legales, sino por la descalificación moral o la destrucción de la credibilidad.

   "Posiblemente toda la gravedad se reduzca a intentar escribir sin sermonear, en un país que durante décadas solo ha leído monsergas. Pero si ni siquiera estamos dispuestos a correr ese riesgo, mejor fundamos un restaurante y no una revista". Por suerte, han optado por la segunda opción.