Publicado 19/05/2015 03:58

El FBI no halla pruebas de impactos en el parabrisas del tren siniestrado

Descarrilamiento de un tren en Filadelfia
MIKE SEGAR / REUTERS

WASHINGTON, 19 May. (Notimérica) -

El FBI no ha encontrado pruebas de impactos de armas de fuego en el parabrisas del tren de Amtrak que descarriló la semana pasada en la ciudad de Filadelfia, dejando un salgo de ocho muertos y más de 200 heridos, según han confirmado funcionarios de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés).

"El FBI ha concluido su examen del parabrisas de la locomotora y no ha encontrado ninguna evidencia de daño que pudiese haber sido causado por un arma de fuego. Sin embargo, la NTSB no descarta la posibilidad de que otro objeto golpease el parabrisas. Las novedades en torno a la investigación se publicarán a finales de esta semana", ha dicho la NTSB a través de un comunicado.

La NTSB ha agregado que se espera que la investigación sobre la causa del accidente del tren, que cubría la ruta entre Nueva York y Washington, pueda durar "hasta 12 meses", según ha informado la cadena estadounidense ABC News.

El investigador principal de la NTSB, Robert Sumwalt, ya dijo previamente que no se produjo ninguna conversación entre el conductor del tren y el centro de control que pudiese sugerir que un impacto en el parabrisas pudiese haber causado el descarrilamiento.

En la mañana de este lunes, Amtrak ha reanudado el servicio ferroviario entre Filadelfia y Nueva York, seis días después del trágico suceso. El tren siniestrado, que se aceleró antes del accidente, viajaba al doble de la velocidad permitida.

VISITA DE OBAMA

El presidente estadounidense, Barack Obama, se ha reunido este lunes con el alcalde de Filadelfia, Michael Nutter, y otros altos cargos locales para agradecerles su rápida respuesta a este accidente, según ha indicado la Casa Blanca.

La visita de Obama coincide con la reanudación del servicio de trenes en el corredor noreste, la línea ferroviaria con más tráfico de pasajeros de todo el país. Más de 750.000 estadounidenses usan diariamente el tren para desplazarse entre Washington y Nueva York.

Interrogados sobre sus impresiones, los primeros usuarios tras el accidente han dicho que se sienten seguros. "Están haciendo todo lo posible para arreglarlo", ha dicho Ann Marie DeLury, una estudiante neoyorquina.