Por Chris Meyers
TOKIO (Reuters/EP) - El servicio con una sonrisa ya no es una pegajosa frase comercial, ahora los miembros de ferrocarriles de Japón están obligados a revisar su cada mañana su estado de ánimo.
Keihin Electric Railway introdujo el sistema "escáner de sonrisas" en 14 de sus estaciones de trenes, y se requiere que el personal revise dos veces sus sonrisas.
Los trabajadores se sientan frente a una computadora con nada más que una webcam, se registran, y el sistema decide que tan bien hacen o fingen una sonrisa.
El sistema ofrece también observaciones como "su sonrisa está mejorando" o incluso "¡sonría como si estuviera feliz!".
De acuerdo a la empresa ferroviaria, el sistema está diseñado para mejorar la respuesta de su equipo frente a los clientes al darles una sonrisa más natural. Aquellos que la han usado están de acuerdo.
"Usar el sistema 'escáner de sonrisas' es especialmente útil para las interacciones con el cliente diario. Realmente me ayudó a desarrollar una sonrisa natural", dijo Asami Takahashi, una empleada de 28 años y usuaria del sistema.
La tecnología utilizada es derivada de aplicaciones informáticas llamadas Okao vision y que fueron desarrolladas durante la década de 1990 para las cámaras digitales.
El sistema también se encuentra en uso en una parada de camiones en la norteña prefectura de Hokkaido para verificar si sus camioneros están lo suficientemente alertas como para mantenerse manejando.
El programa informático también ha sido considerado para otras aplicaciones, que van desde automóviles a la comercialización de productos.
Al ser utilizado en un automóvil, el programa podría analizar los gestos faciales de una persona, juzgar si están cansados o si están mirando el camino, y ofrecer así el consejo apropiado.
De un modo alternativo, el programa podría otorgar a los comerciantes datos cuantitativos de cuanta gente gusta en realidad de un producto. Si una persona prueba dos variedades de yogur, la aplicación podrá juzgar sus rasgos faciales para determinar cuanto disfrutaron cada uno.
El programa informático todavía no está a la venta fuera de Japón, principalmente debido a la diferencia en cómo la isla y muchos países occidentales ven a las tecnologías de vigilancia.