EDIMBURGO (Reuters/EP) - Una multitud de turistas, músicos y bailarines callejeros, además de artistas del teatro, comediantes y grupos infantiles, llegaron el viernes a la capital de Escocia para el comienzo del 63 Festival de Edimburgo.
Las tres semanas anuales de caos artístico ofrecerán importantes exhibiciones de danza, teatro y otras invenciones artísticas al lado de la comedia, que han convertido al mayor festival de arte de libre acceso en una plataforma para artistas, escritores y directores.
Shakespeare y la historia del laureado y difunto poeta John Betjeman compartirán un proyecto de más de 2.000 espectáculos con ofertas como la función de "Basildon Blonde" de la estrella Denise van Outen y una obra de teatro titulada "El asesinato de Paris Hilton", un intrigante festival de chismes en un club nocturno de Hollywood.
Entre los humoristas presentes en el festival estarán estrellas como Ricky Gervais y Janeane Garofalo, los miembros de Vuelo de los Cóndores, Alistair McGowan y crecientes talentos como el actor de 18 años Daniel Sloss, además del regreso de exitosos intérpretes como Laura Solon con su "Conejo ante la historia de la sopa".
La crisis mundial, las guerras en Irak y Afganistán, las entregas extraordinarias y el sistema de clases, son todos temas abordados en la comedia y las ofertas teatrales del Festival que se interpretan junto a una serie de espectáculos infantiles, eventos, exposiciones, danza y música.
La nueva directora ejecutiva de la Sociedad del Festival de Edimburgo, Kath Mainland, aconsejó a los recién llegados impregrarse de la atmósfera de las gaitas, bongos y multitudes que abarrotan la Princes Street, pero que tengan un poco de planificación para sacar el máximo partido del festival.
"Puede ser desalentadora la magnitud (del Festival)", dijo a Reuters esta semana. "Sin duda debes escoger las pocas cosas que quieres ver", recomendó.
PALABRAS EN LA CALLE
Mainland dijo que la venta de entradas está marchando bien tras la exitosa solución de los problemas técnicos de las taquillas que afectaron al festival del año pasado.
Michele Weaver, que dirige el Stumble Dance Circus fundado en Yorkshire en el pueblo de Hebden Bridge, al norte de Inglaterra, dijo que estaba emocionada de volver al Festival tras una ausencia de varios años.
"Vivo en el campo, nunca conseguimos demasiado trabajo", dijo a Reuters en el tren hacia Edimburgo.
"Una de las mejores cosas de Edimburgo es que la gente pide lo que quiere ver (...) la palabra es increíble", aseguró.
El éxito del Festival descansa en una fórmula de libre acceso que permite que cualquiera con creatividad, algo de dinero y un mucho descaro monte un espectáculo.
Inaugurado en 1947, el Festival comenzó originalmente como una instancia alternativa creada por quienes no eran invitados al Festival Internacional de Edimburgo (EIF, por sus siglas en inglés), una exitosa iniciativa posterior a la guerra para unificar Europa a través de la cultura.
Conscientes de que tendrían un buen público y concentrados en el interés de la prensa, seis compañías escocesas y dos inglesas decidieron transformar el festival de los no invitados y valerse por sí mismos.
Con los años, la mayoría iba a Edimburgo para actuar fuera del EIF y, en 1958 fue creada la Sociedad del Festival para proporcionar información mediante una oficina central y la publicación de un programa con los espectáculos ofrecidos.
Ganadores de los anteriores premios de comedia -ahora llamados "Edinburgh Comedy Awards" o "Eddies"- son un quien es quien de las estrellas británicas e internacionales de la comedia.
Los espectáculos del Festival se representan en 250 lugares, incluyendo una piscina. Pero también acoge a artistas callejeros, humoristas de restaurantes, hoteles y cualquier sitio donde los artistas tengan audiencia.