Actualizado 15/08/2009 21:47

Festival Internacional de Edimburgo revisa la historia Escocia

EDIMBURGO (Reuters/EP) - El Festival Internacional de Edimburgo arrancó este fin de semana con una provocadora obra que elogia al general que masacró a los jefes de las Tierras Altas en Escocia y que terminó con la candidatura al trono británico de Carlos Estuardo.

El "Judas Maccabaeus" de George Frederic Handel, que narra la historia del duque de Cumberland, la batalla de Culloden en 1746 y el triunfo de la casa de Hanover sobre los Estuardo, tuvo muy buena acogida entre el público en la apertura oficial del EIF (por sus siglas en inglés) en el Usher Hall el viernes por la noche.

Pero los versos del colaborador del compositor, un vicario anglicano, dejaron algo que desear y llevaron a preguntarse si la pieza era adecuada para una Escocia que celebra "el regreso a casa" de la diáspora escocesa.

El EIF ofrece una serie de representaciones de la ópera de Richard Wagner "The Flying Dutchman" de la Hamburg State Opera, una producción de St Kilda sobre el pequeño conjunto de islas en la costa oeste en gaélico, francés e inglés, y trabajos de compañías de Australia y Singapur.

Hay una gran variedad de teatro, música, baile y debate.

El director australiano del EIF sostuvo que el festival buscaba "inspirar discusión y debate".

Handel, de origen alemán, se estableció en la Londres del siglo XVIII como propagandista de la dinastía de Hanover, que ascendió al trono de Reino Unido en 1714. La revuelta jacobita de 1745-46 buscaba sustituir al rey Jorge II por Carlos Eduardo Estuardo.

Los rebeldes fueron derrotados, el príncipe Carlos tuvo que retirarse a Francia y la Casa de Hanover permaneció en el trono británico.

Judas Macabeo, un héroe guerrero israelí de la Biblia, fue utilizado como pseudónimo para el hijo más joven de Carlos II, el duque de Cumberland, conocido en tierras escocesas como "carnicero Cumberland".

La obra incluye la música y la letra de "mira, ¡aquí llega el héroe conquistador! haced sonar las trompetas y los tambores".

La pieza también resuena en Escocia en el siglo XXI por la existencia de un movimiento quiere acabar con su unión a Inglaterra de 300 años.

El crítico del diario The Scotsman Kenneth Walton dijo que la producción "brilló en muchos sentidos, debido a la calidad del reparto", que contó con el tenor estadounidense William Burden en el papel de Judas Macabeo.