Actualizado 30/03/2017 19:25

Firma Invitada | Vuelta a la realidad: El legado, la reputación y el futuro de Brasil después de Río 2016

   Por Marco Antonio Sabino, socio y presidente de S/A LLORENTE & CUENCA y Yeray Carretero, director ejecutivo en LLORENTE & CUENCA Río de Janeiro

   RÍO DE JANEIRO, 11 Nov. (Notimérica) -

Brasil ha demostrado que es capaz de albergar grandes eventos: el Mundial de la FIFA en 2014, los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río 2016. Sin embargo, demostrarle al mundo eficiencia en la organización de mega eventos no cambia la realidad del país ni tampoco consolida la estabilidad política del gobierno.

   Tras finalizar los Juegos Paralímpicos en septiembre, Brasil y Río de Janeiro están volviendo poco a poco a la normalidad. Uno de los mayores desafíos es recuperar la credibilidad de los inversores globales tras el segundo proceso de destitución de un presidente en 40 años de historia democrática y la mayor crisis económica de sus tres últimas décadas. Temer debe dar una respuesta ágil y contundente, explicando qué va a ofrecer el país en los próximos meses, cuál es su futuro probable en los próximos años, y acelerando con acciones eficaces la salida de la crisis económica, la más severa de los últimos 30 años.

   En lo que respecta a la reputación, el profesional de la comunicación se mueve en una realidad en la que debe ayudar a construir la percepción de que el proceso de mejora de imagen está en curso, ayudando a destacar las cualidades que se ajusten a esa nueva visión de credibilidad, tanto en el ámbito nacional como global. La gestión eficiente del mayor evento deportivo del planeta, con contención en el gasto y asociaciones público-privadas de éxito, los potenciales beneficios de las marcas patrocinadoras de Río 2016, la hospitalidad, receptividad y optimismo de los brasileños pueden potenciarse como cualidades importantes para que los inversores recuperen la confianza en Brasil. Tal vez ese sea uno de los mayores legados de los Juegos de Río 2016.

   Para la recuperación de la credibilidad hay que identificar los desafíos que marcan un antes y un después en su trayectoria y permiten reconstruir y cambiar la imagen de Brasil ante el mundo. Para eso hacen falta hechos, no solo palabras. En los próximos meses, el país debe superar desafíos importantes en la elaboración de esa nueva narrativa.

   Brasil tiene que esforzarse mucho en los próximos meses, pero el éxito y el fracaso a corto plazo no se verán marcados por el impacto de las reformas ni por los indicadores macroeconómicos, sino por su capacidad de transmitir la percepción de que es realmente consciente de su situación actual y de la necesidad de afrontar los desafíos. Si algo nos han dejado claro los Juegos Olímpicos es que el país tiene el potencial y la habilidad para obtener resultados.

   Resumen del artículo publicado en Desarrollando Ideas.