Actualizado 05/02/2010 21:07

Francia/Brasil.- Francia reanudará este mes la búsqueda de las cajas negras del vuelo París-Río de Air France


PARÍS, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -

La búsqueda de los restos del avión del vuelo París-Río de Janeiro de Air France, que cayó al Atlántico el 1 de junio del año pasado y en el que murieron 228 personas, se reanudará este mes con el envío de los equipos subacuáticos internacionales.

Según avanzó hoy el director de la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA), Jean-Paul Troadec, organismo encargado de la investigación, a finales de este mes se pondrá en marcha la tercera fase de la de la búsqueda en un aérea más específica que la inicial.

El responsable de la investigación subrayó "la complejidad" de la operación, ya que después de numerosos estudios existe una "zona gris" en la que podrían encontrarse restos del avión y de las cajas negras, que se ha reducido desde los 17.000 a los 1.500 kilómetros cuadrados actuales.

"Este es un área de 30 kilómetros de ancho y 50 kilómetros de largo y 4.000 metros de profundidad, al noroeste de la última posición conocida de la aeronave, un tercio de la cual no ha sido aún explorada en la investigación anterior", dijo Troadec.

Para la nueva búsqueda se destinarán tres buques especializados, equipado con sonar y radares hasta una profundidad de 8.000 metros (26.250 pies), que se centrarán en un área de la costa de Brasil de unos 1.500 kilómetros cuadrados (580 millas cuadradas).

TERCERA FASE DE LA INVESTIGACIÓN

La nueva fase de investigación tiene como objetivo localizar el punto exacto del impacto de la aeronave para encontrar las cajas negras del vuelo AF447. BEA ha acudido a un equipo de expertos internacionales, ayuda a la que podría sumarse el fabricante del avión.

Airbus ya anunció en julio del año pasado que podría contribuir a la búsqueda de las cajas negras, además de apoyar la investigación del accidente con entre 12 y 20 millones de euros.

La BEA dio por concluidas las tareas de búsqueda de las cajas negras el 20 de agosto de 2009, que no permitieron su localización, pero sí algunos restos del avión. En sus primeras fases la investigación los expertos analizaron unos 1.000 fragmentos del avión.

Los trabajos efectuados con los equipos de asistencia acuática durante la segunda fase de la investigación permitieron completar la exploración en un radio de 75 kilómetros, tomando como referencia el último mensaje enviado por el aparato sobre su posición, lo que permitió encontrar trozos del fuselaje y de la cola y recuperar 51 cuerpos.

Durante estas tareas, la señal emitida por las balizas de las cajas negras no pudieron detectarse. Cuando están sumergidas, emiten durante un mínimo de 30 días con una frecuencia de 36.5 megaherzios y un impulso por segundo, por lo que si están a gran profundidad los micrófonos sumergidos no captan fácilmente la señal, por lo que en la nueva búsqueda se realizará a 4.000 metros de profundidad.