Actualizado 08/08/2009 17:34

Frustrados viajeros descubren poder del pedal en Berlín

Por Erik Kirschbaum

BERLIN (Reuters/EP) - Cada mañana, el abogado Peter Kupisz sube a su bicicleta y pedalea hasta su oficina, uniéndose a una multitud en aumento de 500.000 personas que a diario transitan por las ciclovías y bulevares de Berlín.

El deterioro de los servicios ferroviarios, los altos precios de la gasolina, las preocupaciones por el cambio climático y el deseo de hacer ejercicio se combinaron para hacer que los desplazamientos en bicicleta en Berlín sean más populares que nunca.

Se estima que un 13 por ciento de los trayectos son realizados por este medio en la ciudad.

Desafiando la reputación de Alemania como un país loco por los automóviles, Kupisz dijo que esperaba ansiosamente su dosis diaria de ejercicio a baja velocidad. Emplea 15 minutos en recorrer los cinco kilómetros hasta y desde su oficina de abogacía y a veces incluso va al juzgado en bicicleta.

"Principalmente es para hacer ejercicio pero además es tan rápido como el subterráneo", dijo Kupisz, de 37 años, transpirando levemente pero sonriendo de oreja a oreja de camino al trabajo una mañana reciente.

"Empecé a andar en bicicleta hace unos dos años pero en un momento hice una pausa de unos meses y encontré que realmente lo echaba de menos. De modo que retomé y ahora ando prácticamente todos los días. Es una parte del día que espero con ansias", agregó.

Incluso aunque la capital alemana esté a la zaga de polos de ciclistas como Amsterdam y Copenhague, el número de personas que va a trabajar en bicicleta se ha duplicado en los últimos 10 años y debería volver a duplicarse en la próxima década, según Sarah Stark, directora de la asociación de ciclismo ADFC de Berlín.

Las averías en el servicio ferroviario de la ciudad, en el que cientos de vagones fueron retirados de las vías para revisiones de rutina que demoraron meses, y una huelga en el subterráneo a principios de año han dado lugar a que miles de personas vayan a trabajar en bicicleta.

"Los problemas ferroviarios y las huelgas hicieron que la gente intentara ir a trabajar en bicicleta y muchos de ellos descubrieron que esto funciona bastante bien. Ha habido un verdadero aumento en el último año o dos. Ir a trabajar en bicicleta definitivamente se puso de moda", dijo Stark.

La suba de los precios del combustible en el 2008 tuvo un efecto similar en el uso de bicicletas para ir a trabajar y muchos se mantuvieron fieles a las dos ruedas incluso después de que los precios cayeran, dijo la asociación ADFC.

"A veces hay tantas bicicletas esperando en los semáforos que toma dos luces verdes para poder cruzar", dijo Stark, quien recorre 11 kilómetros cada día para ir a trabajar.

GRAN NEGOCIO

En toda Alemania, se estima que 4 millones de personas van a trabajar en bicicleta.

Cerca de un 9 por ciento de todos trayectos son realizados en bicicleta, según el Ministerio de Transporte, cifra que se sitúa todavía muy por debajo del 27 por ciento de Holanda y el 18 por ciento de Dinamarca.

La ADFC cree que el número de personas que van a trabajar en bicicleta en Alemania podría aumentar a 11 millones en la próxima década.

"Los números están creciendo mes a mes. Lo que hemos notado es que mucha gente se cambia a las bicicletas cada vez que los precios del combustible suben o cuando los trenes entran en huelga", dijo Stark.

El creciente número de ciclistas en las ciclovías ubicadas junto a los principales bulevares atrae a nuevos conversos, añadió.

"Hay una explosión gigante de interés. La gente atascada en el tránsito ve a las bicicletas pasar junto a ellos y esto los lleva a pensar dos veces acerca de estar sentados en sus autos", dijo Stark.

En Alemania, un país de 82 millones de habitantes, hay 68 millones de bicicletas, un número que aumentó en 2 millones durante tres años. Las ventas de bicicletas también han permanecido fuertes el último año, desafiando la crisis económica.

El ciclismo es una gran industria con una rentabilidad anual de 1.700 millones de euros (2.400 millones de dólares) en lo referente a bicicletas y un total de 3.500 billones de euros para equipamiento. La industria emplea a unas 9.000 personas.

En el distrito gubernamental de Berlín, cientos de periodistas, políticos y hombres de negocios pueden verse montados en sus bicicletas a cualquier hora del día entre abril y octubre. Existe además un creciente número de acérrimos fanáticos que las usan durante los inviernos templados.

Algunos destacados alemanes sacan ventaja de las anchas avenidas y ciclovías de Berlín para ir a trabajar en bicicleta, como el viceministro de Finanzas, Joerg Asmussen, y Martin Wansleben, gerente general de las Cámaras de Industria y Comercio.

"Estamos siempre buscando la manera de mejorar la infraestructura para los ciclistas para convertirla en una alternativa aún más atractiva," dijo en una entrevista el senador de Berlín, Harald Wolf.

La ciudad gasta 3 millones de euros (4,24 millones de dólares) al año para mejorar los 600 kilómetros de ciclovías y carriles.

"Hay varias ventajas grandes de moverse en bicicleta en una ciudad como Berlín. Primero que nada, es un medio de transporte barato y, en segundo lugar, es positivo para el medio ambiente porque no genera emisiones de CO2", dijo Wolf a Reuters.

"Además de eso, es saludable y en ciudades como Berlín que tienen tanto tráfico y que la velocidad promedio disminuye tanto, vas casi tan rápido en bicicleta como si fueras en auto", agregó Wolf.

Rolf Dieter Peschel, de 48 años, es otro feliz ciclista. Hace dos años vendió su auto, compró una bicicleta y ahora recorre 6.000 kilómetros al año en bicicleta. Estima que ha ahorrado unos 3.000 euros al año.

"Me siento mucho más en forma que antes," dijo Peschel, quien trabaja como asistente en una ambulancia y pedalea 17 kilómetros diarios para ir a trabajar. "Espero con ansias el trayecto regreso a casa en bicicleta. Es realmente maravillosa la cantidad de dinero que puedes ahorrar sin un auto", aseguró.