LA FRÍA (VENEZUELA), 8 Jun. (Reuters/Notimérica) -
La temporada de mangos ha dado un respiro a Venezuela en medio de la crítica situación por la que está pasando la población debido a la escasez de alimentos, la cual ha obligado a los pobres a saltarse comidas e incluso a realizar saqueos.
Los árboles de mango hacen frente a las largas colas en los supermercados como una opción viable para la recogida de alimentos, y es por ello que cada vez más personas están recurriendo a estos árboles, además de los de coco y papaya, que crecen a lo largo del país.
La situación ha cambiado: antes se podía ver a niños como los únicos que tiraban piedras a los árboles para conseguir la fruta y, sin embargo, ahora los trabajadores se han unido a esta acción a la que recurren como una de las pocas fuentes de alimentos.
"A veces, cuando no hay nada en la nevera, bajo dos mangos", explicaba una adolescente de 13 años, Juany Iznaga, cuya familia se salta algunas comidas desde que su madre perdió el trabajo.
Venezuela, con un total de 30 millones de habitantes, es un país afectado por la crisis, donde su ciudadanos están consumiendo más carbohidratos y menos proteínas debido a la escasez de alimentos. Además, muchos aseguran no poder permitirse tres comidas al día, y es por ello que la temporada de mangos está siendo tan bien recibida en el país.