Por Yaw Yan Chong
SINGAPUR (Reuters/EP) - Incluso el habitualmente impasible Rafa Benítez, técnico del Liverpool del fútbol inglés, no pudo dejar de conmoverse por la adoración de los aficionados locales a su equipo durante un viaje en barco a lo largo del río Singapur.
Benítez, quien comenzó la travesía en el barco saludando educadamente a los fanáticos a través de la ventana, terminó de pie sonriendo y agitando los brazos cuando los entusiastas hinchas vitoreaban su nombre, cantaban canciones y agitaban pancartas escritas en su honor.
El español, cuyo equipo se encuentra en la ciudad estado para jugar el domingo un amistoso contra Singapur, estuvo fuera de la comodidad del barco unos 15 minutos a pesar del agobiante calor.
Benítez fue acompañado por Kenny Dalglish, ex futbolista escocés y emblema del Liverpool en la década de 1980, que ha regresado recientemente a la Liga Premier como uno de sus colaboradores y director de la academia formativa del club.
En otro barco, donde estaban la mayoría de los jugadores, el portero español Pepe Reina era el más animado, saludando afablemente a los cientos de aficionados que estaban a la orilla del río.
Cuando un hincha lo exhortó a ganar el título de la liga, que el club no ha conseguido desde 1990, el portero español respondió: "¡Venga nadando y nosotros lo haremos por usted!".
Sin embargo, no todos los jugadores fueron tan entusiastas como Reina. Otro español, el delantero Fernando Torres, favorito entre la multitud, saludó amablemente varias veces, pero la mayoría del tiempo permaneció dentro.
El Liverpool, segundo en la Liga Premier la temporada pasada, se encuentra en Asia para disputar dos partidos, en una gira de pretemporada en la que además de Singapur visitó Tailandia, donde igualó el miércoles 1-1 con la selección de este país.
El paseo en barco forma parte de los diversos eventos promocionales del equipo, que ha permitido que los hinchas vean a los jugadores en centros comerciales, firmando autógrafos y realizando clínicas deportivas.
Sin embargo, la mayoría de los aficionados del Liverpool quería ver al capitán Steven Gerrard, quien estuvo ausente debido a un juicio pendiente tras una pelea en un bar, del que fue absuelto el viernes.
Cientos de admiradores se congregaron a la orilla del río, vestidos con la famosa camiseta roja del club y agitando banderas que profesan lealtad al equipo.
Algunos seguidores corrieron a lo largo de los dos kilómetros del río gritándole a sus jugadores preferidos.
"Es una vez en la vida que tendré la oportunidad de verlos", dijo Stacey Lee, una hincha de 22 años.
"Y ellos me respondieron cuando los llamé por su nombre", concluyó.