Actualizado 11/09/2010 01:09

Guatemala.- Condenas de hasta 313 años de prisión para 14 miembros de Los Zetas por la matanza de 11 personas


CIUDAD DE GUATEMALA, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un tribunal de Guatemala condenó este viernes a 14 miembros del grupo mexicano de narcotraficantes Los Zetas a penas de hasta 313 años de cárcel por el asesinato de 11 personas, que presuntamente pertenecían a bandas rivales, en el balneario La Laguna de Zacapa, en el este del país centroamericano, en marzo de 2008.

Entre los sancionados se encuentra el capo mexicano Daniel Pérez Rojas, alias 'El Cachetes', que a pesar de ser uno de los líderes del grupo pudo evitar ser condenado por el delito de asesinato aunque fue sentenciado a 43 años de prisión por comercio, tráfico y almacenamiento ilícito de drogas; transporte y traslado de municiones y armas de fuego; y asociación delictiva.

La misma pena recayó sobre siete de sus compañeros por falsedad ideológica, uso público de nombre supuesto, uso de documentos falsos, supresión del estado civil, asociación ilícita y comercio, tráfico y almacenamiento de droga.

Mientras, los seis restantes fueron condenados a 313 años de presidio tras ser considerados culpables de los delitos de asesinato, asesinato en grado de tentativa, robo agravado, tenencia ilegal de armas de fuego, transporte ilegal de municiones y asociación ilícita.

El tribunal ordenó que los seis miembros mexicanos de la banda cumplan condena en su país, por lo que serán extraditados en los próximos días, aunque todavía no se ha determinado una fecha para el traslado, según informó el diario 'Prensa Libre'.

Los hechos por los que se les juzga se remontan a marzo de 2008 cuando esta columna de Los Zetas --antiguo brazo armado del cártel del Golfo-- asesinó en el balneario de La Laguna a 11 sicarios de una organización rival de tráfico de drogas, entre ellas al capo Juan José León, alias 'Juancho'.

Este crimen fue la primera evidencia de la presencia de los cárteles mexicanos en Guatemala y, en general, en todo Centroamérica, hacia donde han extendido sus redes como consecuencia de la presión policial que soportan en países como México y Colombia, gracias a la colaboración de Estados Unidos.