CIUDAD DE GUATEMALA, 22 May. (Reuters/EP) -
Un fiscal que investigaba un conocido caso de asesinato murió hoy tras ser disparado varias veces anoche en Guatemala, y un juez recibió amenazas contra su vida por investigar crímenes que sucedieron durante la Guerra Civil de ese país centroamericano (1960-1996).
Según un informe policial, un grupo de desconocidos interceptó el paso del vehículo del fiscal Rudy Pineda durante la noche del martes y le dispararon hasta matarle en el departamento de Chiquimula, al este de la capital guatemalteca y cerca de la frontera con Honduras y El Salvador, una zona que forma parte del corredor del narcotráfico hacia Estados Unidos.
Pineda investigaba la muerte de la niña Alba Mishel España, de 9 años de edad, secuestrada y asesinada en julio del 2007, y cuyo caso conmocionó a esa comunidad debido a que al cuerpo le faltaban varios de sus órganos. Una sospechosa del caso fue linchada. Pero las autoridades no han querido vincular el crimen de Pineda con ningún caso.
"Cualesquiera que hallan sido las causas, es inaceptable. El era parte de la nueva generación de fiscales", dijo el fiscal general, Juan Luis Florido, en rueda de prensa.
Pineda investigaba también un caso de prostitución de menores dentro de un local de venta de mariscos, en el que aparentemente estaban involucrados ex jefes y agentes de policía.
Por otra parte, el juez Eduardo Cojulum, quien tomó la declaración a 16 testigos de matanzas ocurridas en la década de 1980 durante la guerra civil, dijo el martes que recibió amenazas de muerte en su celular.
Cojulum, que tomó esas declaraciones a petición de la Audiencia Nacional de España, informó que en las llamadas se le conminó a no presentar ninguna denuncia a raíz de los testimonios, donde las víctimas narran desgarradoras escenas de violencia atribuidas a soldados y paramilitares.