CIUDAD DE GUATEMALA, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno guatemalteco expulsó el mismo lunes al español Armando Lusquiños, que se hacía llamar a sí mismo 'el Monje', tras considerar que atentaba contra la seguridad nacional y por fomentar histeria colectiva, según explicó el ministro de Gobernación, Raúl Velásquez, y publica este jueves el diario 'La Prensa Gráfica'.
La madrugada del domingo al lunes, 'el Monje' había reivincidado en una llamada telefónica a Europa Press que el apagón que se había producido en Guatemala durante dos horas el domingo era resultado de un sabotaje del Movimiento de Renovación Nacional (MRN) en respuesta a la "violación sistemática" de los derechos de los indígenas que está llevando a cabo el presidente del país, Álvaro Colom. Asimismo, 'el Monje' se presentó como el líder del MRN.
El director de Migración guatemalteco, Raúl Arandi, explicó que esta es la primera vez que Guatemala toma una decisión de esa naturaleza, pero se hizo porque se consideró que Lusquiños era una amenaza para la seguridad del país.
Agentes de la División Especializada en Investigaciones Criminales detuvieron al español a las 10:00 horas del lunes, en un sector de la zona 7, y lo trasladaron al área internacional del aeropuerto, desde donde partió en un vuelo a las 17:16 horas locales.
Velásquez explicó que el deportado reiteró un supuesto sabotaje contra el sistema eléctrico del país el domingo, que las autoridades atribuyeron a un rayo. Según el ministro, 'el Monje' amenazó con colocar explosivos en el puente Belice, y decía tener bajo su mando a 300.000 hombres armados que actuarían si el Gobierno no atendía las peticiones de los campesinos que se manifestaron el lunes.
"Esto nos hace pensar que tiene un perfil con algún grado de locura", opinó Velásquez, mientras que Arandi comentó que Lusquiños llegó a Guatemala en 2005, y desde esa fecha entró en el país once veces.
Según 'Prensa Libre', el 25 de agosto de 2008 viajó a Guatemala, para entregar al Ministerio Público un informe que permitió desbaratar una red española que se dedicaba a la venta de niños guatemaltecos a través de Internet, mientras que el pasado 28 de agosto entró por última vez en calidad de turista. Según la Policía, el español asesoraba a varias ONG, pero no dio nombres.