Actualizado 16/02/2010 23:54

Haití.- Juez investigará los vínculos de los misioneros de EEUU con uno de sus abogados, acusado de trata de mujeres


SAN SALVADOR, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -

El juez haitiano, Bernard Sainvil, encargado de la instrucción del caso de los 10 misioneros estadounidenses acusados de secuestrar a 33 niños en Haití anunció este lunes que ahondará en las investigaciones después de que el abogado defensor Jorge Torres Puello se diera a la fuga tras reconocer en una entrevista a la cadena de televisión CNN que es la misma persona que persigue la Justicia de El Salvador por dirigir una red de prostitución de menores.

"Ahora tendré que profundizar un poco la investigación después de los nuevos acontecimientos con respecto al señor Puello", declaró el magistrado a Reuters al conocer los antecedentes del letrado.

Con estas palabras el juez indicó que los interrogantes que rodean a Puello le obligan a investigar una posible conexión entre el abogado defensor y la líder del grupo de misioneros, Laura Silsby, quien aseguró que antes del incidente de los niños haitianos no había tenido contacto alguno con el letrado.

"Él contactó con las familias (en Idaho) y con la iglesia después de que fuimos arrestados. Él ofreció sus servicios y le dijo a nuestras familias que los ofrecía de manera gratuita", detalló Silsby.

Otro de los letrados que integran la defensa de los misioneros, el haitiano Aviol Fleurant, denunció hace pocos días la desaparición de Puello con parte del dinero que las familias de los estadounidenses habían enviado para sufragar los gastos del litigio.

"El señor Puello robó 30.000 dólares (21.787 euros) que estaban destinados para pagar a los abogados (haitianos). Ese hombre sólo quería explotar a los estadounidenses", aseveró Fleurant.

Los actividades ilegales que rodean al abogado defensor podrían complicar el caso de los estadounidenses que la semana pasada recibieron una buena noticia después de que Sainvil señalara que no observaba un comportamiento criminal en las acciones de los misioneros por lo que era partidario de su liberación.

Los norteamericanos suscriben estas palabras asegurando que en ningún momento pensaron en secuestrar a los menores sino que su intención era trasladarlos hasta un orfanato que estaba construyendo la Iglesia Bautista a la que pertenecen en República Dominicana.

"Hemos sido engañados. Somos inocentes, no somos capaces de lo que nos han acusado. El tráfico de personas es algo atroz y esas son las cosas a las que nos oponemos. Rezamos a Dios para que él revele la verdad", explicó Silsby.

Los misioneros han estado encarcelados desde que fueron arrestados el pasado 29 de enero cuando intentaron sacar del país a 33 niños haitianos que supuestamente se habían quedado huérfanos sin ningún documento que los identificara como tal ni un permiso del Gobierno para trasladarlos al país vecino.

PERSEGUIDO EN EL SALVADOR

El juez de San Salvador, David Amael Morán, emitió una orden de captura contra Puello por cargos de utilización de menores de edad para producir pornografía, prostitución y trata de personas en El Salvador.

El propio Puello confirmó este domingo a la cadena de televisión CNN que era la misma persona requerida por la Justicia salvadoreña por dirigir una red mafiosa dedicada a reclutar a mujeres y niñas de América Central y del Caribe para obligarlas a ejercer la prostitución en El Salvador.

Esta red criminal, supuestamente dirigida por Puello y su mujer, Ana Josefa Ramírez, fue desmantelada el pasado mes de mayo gracias al testimonio de dos niñas nicaragüenses que lograron escapar de la casa donde permanecían recluidas.

Las menores de edad contaron a la Policía de la capital que conocieron al abogado y a su esposa en una gasolinera de Managua, en Nicaragua, el pasado 20 de mayo, donde les ofrecieron trabajar como modelos en El Salvador y llevar su carrera en el mundo de la moda.

Las niñas aceptaron trasladarse hasta el país centroamericano donde, durante la primera semana, recibieron un trato excepcional visitando las mejores tiendas de moda de la capital, acudiendo a prestigiosos restaurantes y siendo asesoradas por supuestos profesionales.

Puello les explicó que era un misionero que se dedicaba a ayudar a jóvenes inmigrantes de varios países, versión que las niñas creyeron hasta que el abogado las pidió que se desnudasen para fotografiarlas y colgar las imágenes en Internet.

A partir de este momento las niñas fueron recluidas en una casa de un municipio cercano a la capital donde la organización las ofrecía a sus clientes por 60 dólares (43 euros), aunque las menores negaron que llegaran a mantener relaciones sexuales con alguno de ellos o que fueran víctimas de abusos.

Ante la negativa de las niñas a ejercer la prostitución la red decidió deshacerse de ellas y venderlas como esclavas sexuales a un hombre guatemalteco por unos 150 dólares (108 euros). La resistencia de las menores a acceder a las peticiones de este individuo desató la ira de Puello que decidió echarlas de la vivienda.

La escasa cantidad de dinero que llevaban, apenas 20 dólares (14,52 euros) que les había dado Puello para que cogieran un autobús de vuelta a Nicaragua, las llevó a contar su historia a un hombre que pararon en la carretera y que decidió llevarlas ante las autoridades para que relataran lo ocurrido.