Actualizado 13/01/2010 14:35

Haití.- La OEA se reunirá este miércoles para analizar cómo ayudar a Haití a hacer frente al devastador terremoto


WASHINGTON, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los embajadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) analizarán este miércoles cómo contribuir a ayudar al Gobierno haitiano a paliar los efectos del devastador terremoto de 7 grados en la escala Richter que asoló ayer al país caribeño, tanto en las tareas de rescate de víctimas como en las tareas de reconstrucción posterior.

El Consejo Permanente de la OEA abordará la situación en Haití y la asistencia que precisa esta empobrecida nación caribeña, para lo cual el secretario general adjunto del organismo regional, Albert Ramdin, ha recopilado "la información disponible" en las últimas horas acerca de los daños materiales y humanos provocados por el terremoto, así como de "los requerimientos más inmediatos" que necesita Haití e informará este miércoles de ello a los embajadores del organismo.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, no dudó en calificar de "catástrofe" el terremoto que azotó este martes Haití, cuando adelantó que la OEA activará "todas" sus "capacidades" disponibles para "atender a los damnificados de tan catastrófico fenómeno".

Su 'número dos' informará a las delegaciones este miércoles de la situación sobre el terreno "a fin de que todos los países puedan contribuir a ayudar a Haiti en esta hora", precisó Inzulza en un comunicado.

Algunos países iberoamericanos como Venezuela y República Dominicana ya han comenzado a enviar ayuda a Haití y muchos de ellos ya se han mostrado dispuestos a colaborar a paliar los efectos de este devastador terremoto.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha asegurado que su gobierno está siguiendo de cerca las repercusiones del terremoto y está preparado para "asistir" a la población a través de su agencia de ayuda al desarrollo. "Estamos siguiendo de cerca la situación y estamos preparados para asistir a la gente de Haití" a través de Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo (USAID) y el Departamento de Estado, explicó.

Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se mostró "muy preocupado" por la situación vivida en Haití y por los daños que hayan podido sufrir los efectivos brasileños que participan en la fuerza de paz de la ONU (MINUSTAH). El ministro de Defensa Nelson Jobim pidió al contingente de Brasil que ponga "todo el esfuerzo posible para reducir el sufrimiento de la población local". Brasil ha confirmado la muerte de cuatro de sus cascos azules, que otros cinco han resultado heridos y que un gran número de ellos permanecen desaparecidos tras el terremoto.

En la misma línea, el presidente mexicano, Felipe Calderón, transmitió su solidaridad en nombre de todo su país y ofreció la voluntad de su Gobierno para ayudar a Haití. La oficina de la Presidencia explicó que el mandatario "ha dado instrucciones a la Secretaría de Relaciones Exteriores para que establezca los contactos necesarios que permitan conocer con detalle las necesidades del Gobierno de Haití".

El Gobierno de Colombia también expresó su solidaridad con el pueblo haitiano y anunció que atenderá en cuanto sea preciso la llamada de alerta que llegue desde Haití, para lo cual ya se han movilizado a la Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación, el Ministerio de Defensa y la Dirección General de Riesgo del Ministerio del Interior.

El Ejecutivo argentino anunció a través de su cancillería el inicio de los contactos con las autoridades del empobrecido país caribeño y el envío de la ayuda necesaria "en la medida en que sea solicitada por la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas".

Por su parte, el Gobierno de Panamá activó todos los mecanismos de cooperación con el "hermano país" de Haití y, a través de un comunicado del Ministerio de Exteriores, explicó que se ha puesto a disposición de la ONU "toda la infraestructura que requieran". El presidente panameño, Ricardo Martinelli, envío sus condolencias a las víctimas y mostró los "deseos de recuperación a todas las personas afectadas".

El jefe de Estado de Nicaragua, Daniel Ortega, manifestó su consternación por lo sucedido en el país más pobre del continente y reveló su intención de enviar brigadas para contribuir a las tareas de recuperación. "Nosotros sabemos lo que es un terremoto y los efectos que provoca", afirmó, durante la firma de un acuerdo de con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

"Tenemos la disposición de organizar una brigada del área que tiene que ver con la reparación de tendidos eléctricos y todo lo demás", aclaró el mandatario nicaragüense.

Previamente, el ministro de Asuntos Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro, había anunciado en nombre de su Gobierno del envío a primera hora del miércoles de 50 expertos en desastres a la zona más afectada. El presidente Hugo Chávez "nos ha comunicado que expresemos (...) nuestro dolor y toda nuestra solidaridad al pueblo de Haití y a todos los familiares de las víctimas", indicó.

"El Gobierno de la Republica Bolivariana de Venezuela, ante esta situación de emergencia en Haití, prepara el envío inmediato de asistencia humanitaria para ayudar a los damnificados de ese país hermano, apoyará decididamente los esfuerzos del Gobierno del Presidente René Preval en la atención a las víctimas y la reconstrucción de la infraestructura afectada, y hace un llamado a todos los países del mundo para que activen su ayuda a Haití", informó el Ministerio de Exteriores venezolano en un comunicado posterior.

Las autoridades de República Dominicana, uno de los países afectados por el seísmo ocurrido este martes, anunció poco después de confirmarse la ausencia de daños en su territorio que un avión de sus Fuerzas Aéreas viajaría noche al país vecino con perros rastreadores y material necesario para colaborar en las tareas de rescate.

Por su parte, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha comprometido una donación inmediata para Haití que asciende a unos 200.000 dólares (137.230 euros) para ayudar a los damnificados del terremoto con el objetivo de garantizarles alimentos, medicinas y refugio.