Actualizado 01/09/2012 05:42

Haití.-La ONU alerta de la falta de fondos para combatir la cólera en Haití y de condiciones salubres en los campamentos


NUEVA YORK, 1 Sep. (Reuters/EP) -

El secretario general de Naciones Unidas ha alertado este viernes del empeoramiento de las condiciones de los campos de tiendas de campaña en Haití y del peligro de languidezca la lucha por contener la epidemia de cólera, que ya se ha cobrado la vida de miles de personas en este país tras el terremoto de hace dos años, en vistas a la retirada de las ayudas debido a la falta de donaciones.

En un informe remitido al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Ban puntualizado que el número de casos de cólera ha incrementado de forma significativa en Haití desde que comenzara en marzo la temporada de lluvias y ha citado los datos de la Organización Mundial de la Saludo (OMS), que prevé hasta 112.000 nuevos casos de cólera en este año.

El resurgimiento del brote de cólera es "especialmente preocupante" y las condiciones de vida en los campamentos "han empeorado" desde que las ONG que respondieron al inicio de la epidemia han eliminado "gradualmente" las ayudas debido a la falta de financiación, subraya Ban.

"Como consecuencia, el apoyo para la transferencia de las responsabilidades al Ministerio de Sanidad haitiano (...) se ha reducido, a la par que la capacidad para el tratamiento efectivo de los casos de cólera", agrega.

Ban atribuye esta situación a que solo se ha recibido la mitad de los más de 4.170 millones de euros que prometió donar la comunidad internacional para la reconstrucción de Haití tras el terremoto.

Como consecuencia, las fuerzas de la Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH), que desempeñan las labores policiales, podrían tener que prorrogar un año más su estancia en Haití, si bien el número de efectivos se reduciría en 1.710 policías y soldados hasta los 8.871 miembros.

En total, 600.000 personas han caído enfermas y más de 7.400 han muerto por el brote de cólera que se desató en octubre de 2010, nueve meses después del terremoto, y al que las autoridades haitianas achacan a las tropas de Naciones Unidas procedentes de Nepal por contaminar supuestamente un río con sus letrinas. Alrededor de 300.000 personas perdieron la vida en el sismo y más de 390.000 personas viven a la intemperie desde entonces.