Actualizado 10/09/2016 12:29

La hambruna afectó a casi 900.000 niños argentinos en el último año

La hambruna afectó a casi 900.000 niños argentinos en el último año
REUTERS

   BUENOS AIRES, 10 Sep. (Notimérica) -

   Uno de cada cinco niños y adolescentes redujo el consumo de alimentos y su calidad en el último trimestre de 2015 debido a problemas económicos en sus hogares, según un informe del Observatorio de la Deuda de la Universidad Católica Argentina (UCA) sobre 'Infancias con derechos postergados (2010-2015)',

   Además, el 7,7 por ciento de la población menor de 17 años experimentó situaciones de hambre en los últimos doce meses previos a ser consultados.

   Este informe, que realizó un seguimiento sobre la situación del desarrollo humano y social de la infancia de 2010 a 2015, en 20 ciudades con más de 80.000 habitantes de todo el país, ha sido presentado este jueves a las 15:00 (hora local) en el Auditorio Santa Cecilia, en Buenos Aires.

   Según la coordinadora del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, Ianina Tuñón, "se estima que hay dos de cada diez niños que están en vulnerabilidad y que están en situación de riesgo".

   El indicador usado en el informe para medir las situaciones de riesgo es el de inseguridad alimentaria. Y, a su vez, ese concepto se divide en dos: la total, que según el reporte padece un 19,5 por ciento de la población menor de 17 años, que implica a aquellos en cuyos hogares se redujo la dieta de alimentos por problemas económicos; y la severa, que afecta al 7,7 por ciento, se refiere a aquellos que experimentaron hambre por falta de alimentos.

   Teniendo en cuenta que la población infantil urbana en el país es de 11.000.000, según el informe la inseguridad alimentaria severa afecta a unos 87.000 niños y adolescentes, y la total, a unos 2.145.000.

   "Son indicadores, no son datos objetivos, sino subjetivos. No se trata de datos nutricionales porque no se midió la masa corporal de los niños", explicó Tuñón, sobre la metodología del informe. Solamente en 2015 fueron relevados 4.631 casos de chicos de hasta 17 años, a través de entrevistas con sus padres, madres o tutores.

   La definición de pobreza varía según se mida, y de eso también dependerá a su vez qué tipo de medidas se implementan para intentar paliarla.

   Según declaraciones del profesor del IAE y PhD del London Business School Héctor Rocha, al diario argentino 'La Nación', "las mediciones más usuales son las que se basan en un paradigma económico, en los que la pobreza se mide en términos del ingreso o el Producto Interno Bruto (PBI) per cápita. Por otra parte, están las que se basan en un paradigma humano, en el cual los índices incluyen el acceso a la salud, la educación y los servicios básicos, como el de Pobreza Multidimensional (IMP) elaborado por las Naciones Unidas".

   El IMP incorpora indicadores de educación --años de escolaridad completos y si los niños asisten a la escuela--, salud --nutrición y mortalidad infantil-- y acceso a los servicios básicos --electricidad, agua y saneamiento, medios de transporte y otros--.

   Sin embargo, el índice más utilizado dentro de este paradigma es el Índice de Desarrollo Humano (IDH), que incorpora el PIB per cápita pero también el nivel educativo y la expectativa de vida. De hecho, Argentina ocupa el puesto 40 de 188 en este índice.

   El crecimiento económico es el principal motor para sacar a las personas de la pobreza, y a pesar de que los casos que más destaquen por el aumento de su pobreza sean China e India, el caso argentino también sigue formando parte de esta problemática.

   Según el exviceministro de Desarrollo Social de la Nación Daniel Arroyo en Argentina "si bien se han hecho enormes transferencias directas de fondos a las familias, no se ha logrado gran movilidad social ascendente".

   A lo que Arroyo añadió que la explicación podría estar en que "los planes no llegan a los más pobres; el plan 'Progresar', por ejemplo, alcanza a universitarios pero no al chico que está en la calle".

   El director del Observatorio de la Deuda Social, Agustín Salvia, agregó que en el país "al menos un tercio de los hogares no tienen acceso a los beneficios sociales de un empleo en blanco, ya que entre el 35 y 40 por ciento de la población económicamente activa se encuentra en situación de precariedad laboral".

'PLAN CERO'

   'Pobreza Cero' incluye lograr mejoras en nueve aspectos de la vida de la sociedad: educación de calidad a todo nivel, vivienda, trabajo digno, protección social, especial cuidado de los adultos mayores, desarrollo del campo, obras de infraestructura, ciencia y tecnología y el desarrollo de la cultura emprendedora.

   De acuerdo a especialistas consultados, los desafíos del Gobierno, son lograr el crecimiento económico acompañado de desarrollo social, una mayor articulación intersectorial, y tener un enfoque territorial.

   Además de poder plantear políticas de estado, ya que la mayoría de los problemas son de resolución a largo plazo, como el logro de una educación de calidad, para lo cual se necesita un consenso de las distintas fuerzas políticas, asimismo como el compromiso de los demás sectores.

   Salvia señaló que "la pobreza en la Argentina ronda el 30 por ciento en términos de ingresos y supera el 45 por ciento si se consideran carencias en materia de vivienda, salud, alimentación y trabajo. El 15 por ciento de la población no tiene acceso al agua corriente, el 31 por ciento no tiene red cloacal, el 20 por ciento vive cerca de basurales, el 25 por ciento no tiene red de gas y el 12 por ciento se encuentra en zonas inundables".

   En materia de infancia, la situación es más preocupante, ya que indica que en 2015 el 56,2 por ciento de la población de niños y adolescentes tiene "carencia en al menos una dimensión de derechos, y 19,2 por ciento bajo umbrales que se consideran severos".

   La situación de la infancia es más crítica en el Conurbano bonaerense donde el 68,2 por ciento de los chicos tiene vulnerado el ejercicio de derechos en al menos una dimensión, y donde el 25 por ciento se encuentra en umbrales graves.

   "La pobreza podría reducirse a menos de la mitad para 2030 si se logra una inflación de un dígito con crecimiento del 3 por ciento anual, se universalizan los planes sociales y se implementa un programa de desarrollo integral, que incluya inversión en infraestructura y creación de políticas que acompañen. En ese camino están tomando algunas buenas medidas, especialmente en lo económico y en los planes", aseguró Salvia.