TEGUCIGALPA, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
Unos 600 militares y policías serán desplegados en la región de El Aguán, en el departamento hondureño de Colón (norte), para contener la violencia que en los últimos días se ha cobrado la vida de al menos once personas como consecuencia de los conflictos de tierra que enfrentan a diario a campesinos, guardias de seguridad y empresarios.
Hasta el pasado junio habían fallecido en esa zona de el Caribe unas 40 personas a causa de la guerra que mantienen los campesinos con los propietarios de unas trece fincas. Las víctimas son trabajadores, ejecutivos y vigilantes, pero también se han registrado asesinatos de niños y jóvenes, según informa medios locales.
Los habitantes de El Aguán aseguran que el Gobierno de Porfirio Lobo ha sido incapaz de controlar la ola de violencia que se ha agudizado en las últimas semanas por la pugna iniciada por decenas de campesinos que han intentado tomar varias fincas alegando que los terrenos les pertenecen.
Pero los empresarios tienen en su poder documentos que prueban que las miles de hectáreas de tierra --de gran capacidad para la producción agrícola-- fueron adquiridas hace casi dos décadas cuando los propios campesinos decidieron venderlas.
En medio de este conflicto, supuestos grupos armados han querido aprovechar las circunstancias para tratar de sacar algún beneficio, según denunció Lobo recientemente al referirse a informes de los trabajos de Inteligencia llevados a cabo en la zona.
Fuentes oficiales citadas por medios locales denuncian que en El Aguán ya es común el tráfico de armas como las AK-47, conocidas como "cuernos de chivo", utilizadas comúnmente por los cárteles de la droga mexicanos.
La situación empeoró el pasado fin de semana con la muerte de seis personas en un enfrentamiento entre campesinos y guardias de seguridad de la hacienda productora de palma conocida con el nombre de Paso Aguán, informa la prensa hondureña.
Este último hecho forzó a Lobo a convocar este martes una reunión de emergencia con el fin de tomar medidas contundentes para detener la ola de violencia. El mandatario instruyó al ministro de Seguridad, Óscar Álvarez; y al viceministro de Defensa Nacional, Carlos Fúnez; a activar la Operación Xatruch II para garantizar la seguridad en esa región.
"Se van a movilizar esta semana 600 hombres, entre policías y miembros de las Fuerzas Armadas, para imponer el orden en esa zona del país, y con quienes están allá, se hará un total de mil hombres", ha informado Álvarez en rueda de prensa.
Álvarez no descarta que los implicados en estos hechos sean delincuentes dedicados a robar frutas y equipos, pero también baraja la posibilidad de que sean miembros de los cárteles de la droga, quienes "de acuerdo a la información preliminar podrían querer apropiarse de tierras para tratar de blanquear dinero".