Actualizado 17/12/2013 21:50

Una epidemia de dengue hemorrágico pone en alerta una ciudad de Honduras

Un paciente aquejado de dengue, descansa en un hospital de Honduras.
Foto: REUTERS

TEGUCIGALPA, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Una epidemia mortal de dengue hemorrágico ha puesto en alerta a la ciudad de San Pedro Sula, en el noroeste de Honduras, tras registrarse tres veces más el número de casos con respecto al mismo período del año pasado. Se trata de la variante más peligrosa de esta enfermedad, según ha comunicado Médicos Sin Fronteras (MSF) a través de un comunicado prensa.

   Las autoridades sanitarias de San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de honduras, ha elevado el nivel de alarma por encima del umbral de emergencia médica, por ello MFS ha puesto en marcha una acción de respuesta coordinada junto con las fuerzas médicas hondureñas para reducir la mortalidad entre los niños menores de 15 años, el grupo de población más vulnerable a esta enfermedad.

   "La epidemia de dengue representa una gran amenaza para la población hondureña. Desde que empezamos a trabajar aquí, hemos visto un flujo constante de pacientes. Tres de cada cuatro, incluyendo los casos más graves, son niños", ha explicado el coordinador médico de MSF, el Doctor Luís Neira.

   El comunicado emitido por Médicos Sin Fronteras ha alertado de la impresionante subida de los casos sospechosos de dengue hemorrágico durante el mes agosto en un 235 por ciento, con respecto a la misma fecha del año pasado. Durante los dos primeros meses de atención, el equipo médico de esta ONG ha tratado ya a más de 560 niños, una cuarta parte de ellos menores de cinco años.

   Enfermedad muy frecuente en América Central, el dengue se trasmite por la picadura de una variedad de mosquito, que prolifera en Honduras entre los meses de mayo y noviembre, que provoca síntomas similares a los de la gripe. Sin embargo, la forma relativamente leve de la enfermedad puede complicarse en la variedad de dengue hemorrágico, que causa sangrados, 'shock' irreversible y, en ocasiones, la muerte.

   Aunque no existe un tratamiento médicos específico, su rápido diagnóstico y una atención adecuada reduce drásticamente los riesgos. Sin embargo, el sistema sanitario hondureño adolece de recursos y personal necesario para cubrir una epidemia de estas dimensiones.