Police officers keep watch at the Agua Caliente border with Guatemala as they wa
REUTERS / JORGE CABRERA

   TEGUCIGALPA, 16 Ene. (Notimérica) -

   El Gobierno hondureño ha extremado las medidas de control migratorio para la caravana que inició la travesía el pasado lunes hacia Estados Unidos con la instalación de 54 puntos de control en las fronteras con Guatemala y El Salvador.

   Ante esta situación, miles de migrantes han denunciado a las autoridades migratorias de la nación por las nuevas normas establecidas por el Gobierno de Juan Orlando Hernández en pro de frenar la migración.

Una de las trabas impuestas ha sido la presentación del pasaporte de aquellos que viajen con hijos menores de edad --en Honduras la mayoría de edad se alcanza a los 21 años--.

   De acuerdo con la directora ejecutiva de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (DINAF), Lolis Salas, los padres que traten de abandonar el país con menores de forma ilegal se enfrentarán a una prisión de entre uno a tres años al ser considerados sus hijos "víctimas del crimen organizado, redes que consisten en el tráfico de personas y órganos", según un comunicado de la Presidencia.

   La segunda caravana de migrantes hondureños rumbo a Estados Unidos ha salido el pasado lunes y consta de unas 1.500 personas, según han reportado varios medios locales. El punto de partida ha sido la ciudad de San Pedro Sula y el grupo ha sido dividido en dos para luego reencontrarse en la frontera.

   Por su parte, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas de Ayuda a Refugiados (ACNUR) coadyuvará con el Gobierno de México para brindar la ayuda necesaria a esta nueva caravana en su llegada al territorio mexicano por Chiapas.