Actualizado 11/11/2009 18:34

Honduras/México.- Honduras investiga presunta vinculación de jefes policiales con el cártel mexicano de Sinaloa


TEGUCIGALPA, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades hondureñas investigan la supuesta vinculación de varios jefes policiales con el cártel mexicano de Sinaloa, después del hallazgo de una vivienda de lujo en el departamento de Santa Bárbara (norte de Honduras) en la se estaría construyendo un laboratorio para la producción de éxtasis.

El pasado lunes, funcionarios de la Fiscalía y de la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN) registraron esta vivienda de nombre "Rancho de los mexicanos", situada en la localidad de Naco, tras recibir varias denuncias de habitantes que aseguraban que dentro del inmueble se realizaban actividades relacionadas con el narcotráfico.

También fue localizada una pista clandestina y varias pistas pequeñas durante los registros realizados en la propiedad, la cual podría haber sido utilizada por narcotraficantes mexicanos para el "trasiego" de drogas que pasan por Honduras con destino a Estados Unidos.

El inmueble, valorado en unas 10 millones de lempiras (352.000 euros), ha tenido al menos 16 propietarios --la mayoría mexicanos-- entre los que figura el guardaespaldas de un candidato a un diputado al Congreso de Honduras, informó el diario local 'La Tribuna'.

Los cuerpos de seguridad no descartan que en este caso esté vinculado un diputado que fue acribillado el año pasado en la localidad de San Pedro Sula, ya que uno de sus ex chóferes también figuraba como dueño de la casa.

La DNLC se encuentra a la espera de una orden judicial para incautarse todo el material localizado en la vivienda, la cual será confiscada por la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI).

La intención de los narcotraficantes era instalar un laboratorio para la producción de éxtasis. Se estima que en el lugar trabajaban unos 15 mexicanos, aunque hasta el momento no se han producido detenciones ni se han identificado a los presuntos responsables.

Las autoridades hondureñas estimaron que la pista clandestina, de dos kilómetros de largo por 30 metros de ancho, fue construida hace tres años por expertos en ingeniería y se requirió de una inversión de 4 millones de lempiras (141.000 euros).

Dentro de la propiedad, vigilada por varias vídeo cámaras escondidas en los árboles, fueron encontrados dos guardias de seguridad que serán protegidos por la Fiscalía para que declaren como testigos en este caso.

Los policías encontraron varias excavaciones en los alrededores del inmueble, donde al parecer tenían previsto esconder la droga que, posteriormente, el cártel de Sinaloa trasladaría a Estados Unidos.