Actualizado 20/12/2016 07:18

Iberoamérica ante el Día Internacional de la Solidaridad Humana

NIÑA COSTA RICA
REUTERS

   MADRID, 20 Dic. (Notimérica) -

   El término 'solidaridad' viene definido por la Real Academia Española (RAE) como la "adhesión o apoyo incondicional a causas o intereses ajenos, especialmente en situaciones comprometidas o difíciles". Es uno de los valores fundamentales para las relaciones internacionales del siglo actual debido a la creciente desigualdad en el contexto de la globalización.

   Por este significado, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió aprobar la celebración del Día Internacional de la Solidaridad Humana el pasado año 2005, ya que considera que la solidaridad es un concepto crucial en la lucha contra la pobreza a nivel mundial.

   Este día sirve para celebrar la unidad en la diversidad, recordar a los gobiernos que deben respetar sus compromisos con los acuerdos internacionales y fomentar el debate sobre las maneras de promover la solidaridad, fomentando iniciativas para erradicar la desigualdad social y económica.

   Cada año, se propone un tema en el marco de la celebración del Día Internacional de la Solidaridad Humana con el objetivo de proteger el planeta y garantizar la dignidad para todos, incluidos en la lista de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). ¿Cuáles son estas metas?

1. ERRADICAR LA POBREZA

   A nivel mundial, la cantidad de personas que viven en pobreza extrema se ha reducido en más de la mitad. La mayor parte del progreso ha ocurrido a partir del año 2000 y en la actualidad existen 836 millones de personas que vive con menos de 1,25 dólares al día (en 1990 eran 1.900 millones de personas).

   Se estima que en la actualidad el 4 por ciento de las personas que viven en América Latina y el Caribe se encuentran en una situación de extrema pobreza, frente al 13 por ciento presentado en 1990. Además, uno de los aspectos principales en los que influye este factor es en el aspecto laboral, donde las mujeres tienen menos oportunidades para obtener un puesto de trabajo que los hombres.

2. LOGRAR LA ENSEÑANZA PRIMARIA UNIVERSAL

   En términos generales, la cantidad global de niños que no asiste a la escuela se ha reducido casi a la mitad desde el año 1990 hasta el 2015. El 94 por ciento de los niños de América Latina y el Caribe en la edad de la escuela primaria están matriculados en la enseñanza primaria básica.

   América Latina y el Caribe es una de las nueve regiones en desarrollo que ha alcanzado la paridad entre niñas y niños en la enseñanza primaria. De hecho, hay más niñas que niños en las escuelas, y estas sacan mejores notas que los chicos.

   No obstante, la riqueza del hogar continúa siendo un determinante importante en la probabilidad de que un niño no asista al colegio, de forma que los niños que pertenecen a los hogares más pobres tienen cuatro probabilidades más de no asistir a la escuela, si se les compara con los niños con mayores facilidades económicas.

   En este apartado cabe destacar el reciente informe del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) en el que los países iberoamericanos continúan ocupando los últimos puestos de los resultados a nivel global. República Dominicana es el país que ha conseguido los resultados más bajos.

3. PROMOVER LA IGUALDAD DE GÉNERO Y EL EMPODERAMIENTO DE LA MUJER

   La desigualdad de género todavía es un problema que persiste, especialmente en los países de América Latina y Centroamérica. En estos países, la proporción entre mujeres y hombres en hogares pobres aumentó de 108 mujeres por cada 100 hombres en 1997 a 117 mujeres por cada 100 hombres en 2012.

   Si bien es cierto que las tasas de pobreza han descendido a nivel general en toda la región, las mujeres continúan siendo las más afectadas en todos los ámbitos, especialmente en el mercado laboral. Muchas ven restringidos sus derechos y libertades fundamentales como la toma de decisiones públicas y privadas.

   Los ingresos de las mujeres y las barreras para el acceso al empleo de las mujeres iberoamericanas incluyen las responsabilidades de tareas del hogar y limitaciones culturales. Por otro lado, la representación política de las mujeres ha aumentado aunque la paridad continúa siendo una meta lejana.

Bolivia es uno de los países que ha presentado mayores logros en la representación femenina durante los últimos 20 años, alcanzando el 42 por ciento de mujeres que acceden a altos cargos.

4. REDUCIR LA MORTALIDAD DE LOS NIÑOS MENORES DE 5 AÑOS

La tasa de mortalidad infantil en menores de 5 años se ha reducido a nivel mundial en más de la mitad, de 90 a 43 muertes por casa 1.000 niños nacidos vivos entre 1990 y 2015. En el caso de América Latina y el Caribe, 17 de cada 1.000 niños mueren en edades entre 1 y 4 años, frente a los 54 de cada 1.000 que lo hacían en 1990.

   En los últimos, años, la mortalidad de niños menores de 5 años ha disminuido más rápidamente en los hogares más pobres, por lo que la equidad entre hogares ricos y pobres ha mejorado.

5. MEJORAR LA SALUD MATERNA

   Uno de los objetivos de la agenda para el desarrollo es la mejora de la calidad de los datos para realizar estudios más detallados, especialmente en Iberoamérica, donde muchas poblaciones indígenas no pueden acceder a los servicios básicos sanitarios.

   Los datos sobre la atención materna recogidos en 2010 revelaron que a principios del 2000 la proporción de nacimientos atendidos por profesionales fue de 38 puntos porcentuales menos entre mujeres indígenas que entre mujeres no indígenas en México. Por su parte, las mujeres indígenas de Perú presentaban datos similares.

   No obstante, los avances indican que desde 2012 --en ambos países-- más del 80 por ciento de los partos de mujeres indígenas fueron atendidos por médicos y enfermeros capacitados para ello.

6. COMBATIR EL VIH/SIDA, EL PALUDISMO Y OTRAS ENFERMEDADES

   A nivel mundial, las nuevas infecciones del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) disminuyeron alrededor de un 40 por ciento entre el año 2000 y 2013.

   Los casos nuevos de VIH han caído principalmente en el Caribe, descendiendo en un 56 por ciento frente a los datos de 1990. Sin embargo, América Latina continúa estancada en un número similar al de hace 20 años.

7. GARANTIZAR LA SOSTENIBILIDAD DEL MEDIO AMBIENTE

   Las emisiones de dióxido de Carbono a nivel mundial se han incrementado en más de un 50 por ciento desde 1990. Como consecuencia, se ha accedido a una brutal alteración de ecosistemas, condiciones climáticas extremas y riesgos a la sociedad.

   Aproximadamente el 30 por ciento de la superficie terrestre del planeta está cubierta por bosques, de forma que unos 1.600 millones de personas dependen directamente de estos terrenos para la obtención de sus medios de subsistencia.

   Así, el problema de la deforestación continúa siendo alarmante, especialmente en América del Sur, ya que es una de las regiones que han experimentado las mayores pérdidas netas del nuevo milenio junto a África.

8. FOMENTAR UNA ALIANZA MUNDIAL PARA EL DESARROLLO

   El uso de Internet o el acceso a la telefonía móvil no debería ser un lujo en pleno siglo XXI. Por ello, el último objetivo de la lista busca extender una alianza mundial para el desarrollo de las naciones a nivel global, a través de un sistema comercial y financiero abierto que evite las discriminaciones.

   En general, los productos agrícolas de los países menos adelantados siguen recibiendo las mayores preferencias comerciales. Sin embargo, las preferencias arancelarias no siempre están vinculadas al estado de desarrollo de los países exportadores, como América Latina, donde existen acuerdos de comercio regionales.

   Ante esta situación, es necesario abordar los diferentes problemas por los que están pasando los países de iberoamérica, tanto a nivel social como económico y medioambiental. La celebración del Día de la Solidaridad supone una toma de conciencia ante estos obstáculos para el desarrollo total e integral de la región.

   No obstante, la puesta en práctica de diferentes políticas a nivel nacional e interregional sería el aspecto fundamental y necesario para la evolución de la sociedad, erradicando la desigualdad y la pobreza y, en consecuencia, proporcionando el libre acceso a las libertades básicas del ser humano.

Es primordial conocer cuál es el impacto del hombre en todo lo que le rodea para saber de qué forma puede evitar lo que está en su mano, y así favorecer las condiciones óptimas para el desarrollo de las naciones.