Actualizado 09/05/2008 19:11

Iberoamérica.- La UV lidera un estudio internacional para mejorar el control de la enfermedad de Chagas en Centroamérica


VALENCIA, 9 May. (EUROPA PRESS) -

El análisis interpoblacional más extenso jamás realizado sobre un insecto transmisor de la enfermedad de Chagas demuestra que el principal vector en Centro y Meso-América es en realidad un complejo de formas genéticas distintas que permite comprender la heterogeneidad de esta afección parasitaria en varios países endémicos. Así se desprende de un estudio internacional, liderado por investigadores de la Universidad de Valencia, que abre esperanza de un mejor control de la patología en la zona, según informó la institución académica en un comunicado.

El estudio molecular que ha permitido realizar este descubrimiento ha sido efectuado mediante análisis de secuencias de ADN y abre "nuevas vías para el mejor control de esta enfermedad, considerada una de las más importantes causas de subdesarrollo de zonas depauperadas de la mayoría de países de América Latina".

La investigación ha sido dirigida por María Dolores Bargues y Santiago Mas-Coma del Departamento de Parasitología de la Universidad de Valencia y ha sido publicada en el último número de la prestigiosa revista americana 'PLoS Neglected Tropical Diseases'.

La enfermedad de Chagas, también llamada Trypanosomiasis Americana, constituye la afección más importante de las zonas pobres rurales y periurbanas de América Latina y es responsable de subdesarrollo en las comunidades afectadas. Causada por un protozoo llamado Trypanosoma cruzi, esta enfermedad parasitaria está circunscrita a América, desde Argentina y Chile hasta México, debido a que los insectos Triatominos vectores que la transmiten únicamente se encuentran en el Nuevo Mundo. En la actualidad parece extenderse hacia el Norte, y se han detectado recientemente varios casos ya en Estados Unidos.

Asimismo, los fenómenos de emigración en países latinoamericanos e inmigración en países europeos "han originado la detección de muy numerosos casos en inmigrantes, tal y como ha sucedido en España en los últimos años". Aunque la enfermedad no puede establecerse debido a la ausencia de Triatominos en Europa, "la problemática abierta es considerable ante la posibilidad de transmisión por transfusión sanguínea y de transmisión vertical a neonatos a partir de madres inmigrantes gestantes infectadas que dan a luz en nuestro país, así como también ante la necesidad de capacitar tanto a profesionales sanitarios como a centros asistenciales en el diagnóstico, tratamiento y control" de la patología.

La investigación ha sido fruto de la colaboración con centros especializados de Francia, Reino Unido y varios países latinoamericanos, además de contar con la participación de otros investigadores de la misma Universidad de Valencia.

"DIVERGENCIA EVOLUTIVA".

Tras diez años de esfuerzos, estos investigadores han demostrado que la heterogeneidad con que se manifiesta la enfermedad en los distintos países de América Central y Meso-América (México, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Colombia y Ecuador), "está en gran parte relacionada con la divergencia evolutiva de la principal especie vectora Triatoma dimidiata".

El estudio molecular, realizado mediante análisis de secuencias de ADN, muestra como Triatoma dimidiata, siempre considerado como un "único y mismo vector", es en realidad un "complejo de diferentes vectores que incluye dos especies distintas y cuatro subespecies diferentes". Ello constituye un "nuevo marco de gran importancia para entender el por qué esta enfermedad muestra características diferentes en las distintas zonas endémicas centroamericanas y por qué responde de diferente manera a las mismas estrategias de control aplicadas por los distintos países afectados".

Estos resultados son de gran valor para la comunidad científica internacional, ya que constituyen una nueva base de partida que se espera posibilite comprender fenómenos de esta enfermedad en América central que no había modo de entender hasta la fecha. Los autores han señalado que prosiguen en esta línea de investigación "que consideran trascendental y que esperan poder difundir pronto nuevos resultados de similar valor, obtenidos partiendo de la nueva base de conocimientos del artículo publicado en PLoS".

Los doctores María Dolores Bargues, directora de la Unidad de Parasitología Molecular de la UV, y Santiago Mas-Coma, presidente de la Federación Europea de Parasitología y experto de la Organización Mundial de la Salud, son científicos de "gran prestigio internacional" por sus numerosas y novedosas aportaciones a la lucha contra las enfermedades parasitarias en diferentes continentes, así como también por su contribución a la cooperación internacional en salud con países en vías de desarrollo.

En un estudio realizado hace tres años, Bargues y Mas-Coma demostraron cual había sido el origen y la dispersión de esta misma enfermedad en varios países de América del Sur.