MÉXICO DF, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades mexicanas han logrado identificar a 20 de los 72 cuerpos de inmigrantes encontrados el pasado martes en un rancho de la localidad de San Fernando, en el estado de Tamaulipas (noreste), después de realizar más de 40 necropsias.

Entre los cadáveres identificados se encuentran el de cuatro salvadoreños y un brasileño, confirmó el procurador de Justicia de Tamaulipas, Jaime Rodríguez Inurrigarro. Las autopsias están siendo realizadas por un equipo de médicos forenses conjuntamente con la Procuraduría General de México y la Secretaría de Marina.

Se estima que la mayoría de los cuerpos pertenecen a ciudadanos provenientes de países de Centro y Sudamérica que viajaron a México con el propósito de cruzar la frontera hacia Estados Unidos, pagando previamente a presuntas mafias de tráfico de inmigrantes.

Un grupo de diplomáticos de El Salvador, Honduras, Ecuador y Brasil arribaron este jueves bajo un fuerte dispositivo de seguridad a la localidad de Reynosa, en Tamaulipas, para colaborar con la Procuraduría en la identificación de los cadáveres y en el traslado de sus cuerpos a sus países de origen.

El ministro de Relaciones Exteriores salvadoreño, Hugo Martínez, ha afirmado que los fallecidos tienen entre 20 y 35 años de edad, pero se abstuvo de desvelar sus identidades, ya que primero se lo quieren comunicar a sus familias.

"Estamos trabajando en recabar información, no podemos dar una versión oficial de lo que pasa. Estamos reunidos esperando la información que nos están haciendo llegar en la medida que van recopilando las huellas, el ADN, sangre, y las fotografías y todo eso, para cotejarlos con los familiares", afirmó Martínez en un comunicado recogido por el diario local 'El Faro'.

La Policía mexicana maneja la posibilidad de que el grupo de 72 extranjeros --58 hombres y 14 mujeres--, que se dirigían a Estados Unidos, fueron abordados a por un grupo del crimen organizado que les plantearon convertirse en sicarios. Pero al negarse éstos, los ejecutaron.

Las fuerzas de seguridad mexicanas han llegado a esta conclusión por el testimonio de un superviviente de la matanza, un ciudadano ecuatoriano que ha afirmado que la mayoría de los ejecutados eran ciudadanos provenientes de varios países del continente que habrían pagado miles de dólares por pasar ilegalmente a territorio norteamericano.