Actualizado 06/07/2009 19:53

Iglesia Católica Colombia pide diálogo directo con la guerrilla

BOGOTA (Reuters/EP) - La Iglesia Católica de Colombia pidió el lunes a las FARC un encuentro directo con el propósito de sentar las bases de un eventual proceso de paz y de un acuerdo que permita la libertad de al menos 23 rehenes de carácter político secuestrados por los rebeldes.

La Conferencia Episcopal de Colombia tuvo en el pasado un papel activo de interlocución con las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en algunos de los fallidos diálogos de paz con el Gobierno.

Pero recientemente el grupo rebelde excluyó a representantes de la Iglesia Católica de cualquier diálogo de aproximación para buscar la liberación de 23 efectivos de las Fuerzas Armadas secuestrados y de un eventual proceso de paz.

"Nosotros queremos que podamos hablar cara a cara con ellos, personalmente, no simplemente como acompañantes de algo", dijo el arzobispo de Tunja y ex presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis Augusto Castro.

"Es un mensaje directo y un mensaje que ojalá lo escuchen rapidito porque me parece que es muy bueno que podamos tener un diálogo de estos", precisó el jerarca.

Recientemente las FARC anunciaron que estaban dispuestas a permitir la presencia de la iglesia y del Comité Internacional de la Cruz Roja en la anunciada entrega de dos de los 23 militares secuestrados.

Pero ese proceso no ha avanzado por la negativa del presidente Alvaro Uribe para permitir la presencia en la entrega de la senadora del opositor Partido Liberal Piedad Córdoba.

La dirigente política, una de las más fuertes críticas de Uribe, recibió en febrero a seis rehenes que las FARC liberaron unilateralmente como un gesto de paz, pero que el Gobierno consideró como un acto para limpiar su deteriorada imagen internacional y ganar protagonismo político.

El Gobierno de Uribe, que impulsa la más fuerte ofensiva contra la guerrilla en la historia del país, no ha logrado establecer en casi siete años ningún acercamiento para un diálogo directo con las FARC.

La ofensiva militar obligó a los rebeldes a replegarse a apartadas zonas montañosas y selváticas, mientras permitió reducir los asesinatos, las masacres, los secuestros y los ataques contra la infraestructura económica del país.