Actualizado 13/07/2009 15:30

Imponen toque queda en algunas áreas cristianas Irak tras bombas

Por Aseel Kami

BAGDAD (Reuters/EP) - La ciudad de Mosul, étnicamente dividida, impuso el lunes toque de queda para vehículos en vecindarios cristianos, respondiendo a una serie de atentados que tuvieron como objetivo iglesias de Bagdad, dijo la policía.

Las restricciones, que afectan en su mayoría a barrios de las afueras de la ciudad, serían levantadas a las 14.00 hora local (1100 GMT) del lunes. Fueron impuestas para impedir ataques similares en esta ciudad del norte, considerada la más violenta de Irak y hogar de la mayoría de cristianos del país.

Bombas estallaron en las afueras de cinco iglesias cristianas en Bagdad el domingo, en unos ataques aparentemente coordinados en los que murieron cuatro personas y más de 30 resultaron heridas, dijo la policía iraquí.

En el que fue el atentado más grave, un coche bomba explotó cerca de una iglesia en el este de Bagdad, causando la muerte de cuatro personas y heridas a 21.

Los cristianos iraquíes, que son unos 750.000, constituyen una pequeña minoría en un país principalmente musulmán de unos 28 millones de habitantes. Los cristianos han sido objetivo de manera esporádica, sobre todo en Bagdad y Mosul, lo que llevó a la mayoría de ellos a huir.

El portavoz de seguridad de Bagdad Qassim al-Moussawi dijo que aunque en la ciudad no había toque de queda, las fuerzas de seguridad iraquíes habían reforzado las medidas para proteger los sitios religiosos de la capital, que son objetivos frecuentes de extremistas que tratan de avivar las tensiones sectarias.

"Hoy tomamos medidas para desplegar a las fuerzas de seguridad y que se concentren en objetivos vitales para nosotros, como las mezquitas y las husainiyas (mezquitas chiíes)", dijo Moussawi.

"Esperamos que el próximo período sea una etapa decisiva en la historia iraquí, especialmente cuando nos acercamos a las elecciones (en enero), así que esperamos algunas operaciones terroristas, pero nunca permitiremos que las cosas vuelvan a empezar de cero", agregó.

La violencia sectaria que desgarró Irak en el 2006 y el 2007 se ha desvanecido, pero extremistas aún llevan a cabo atentados.

Unas 2.000 familias, que suponen unas 12.000 personas, huyeron de Mosul después de una campaña de amenazas y ataques contra los cristianos en octubre del año pasado, pero muchos han regresado desde entonces.