RÍO DE JANEIRO, 17 Ene. (Notimérica) -
Las autoridades de Indonesia están terminado los preparativos para la ejecución de seis condenados a muerte por tráfico de drogas este fin de semana. Entre ellos se encuentra el ciudadano brasileño Marco Archer, de 53 años, el cual fue encarcelado en 2003 después de intentar entrar a Indonesia con 13,4 kilos de cocaína.
Seis pelotones de fusilamiento están preparado para la ejecución, según asegura Agencia Brasil. Además, el gobierno de Indonesia está preparando la atención religiosa, de acuerdo a la creencia de cada preso. Los otros condenados a muerte son un holandés, dos nigerianos, un vietnamita y un indonesio.
El fiscal General de Indonesia, Praseyto, dijo que cinco de los detenidos fueron trasladados a la prisión de Nusakambangan y un sexto a la detención de Boyolali, en la isla de Java. En ambos lugares las sentencias se tendrán que ejecutar el domingo a las 0.00 horas del domingo (15 horas de este sábado en Brasilia). "Esto enviará un mensaje a los miembros de los cárteles de la droga. No hay piedad para los traficantes de drogas", aseguró.
Estas serán las primeras ejecuciones que el gobierno de Indonesia van a realizar este año, después de que en 2014 no se realizase ninguna.
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, rechazó la petición de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ante el último llamamiento para salvar la vida del preso brasileño condenado a muerte en el país indonesio por tráfico de drogas, según informó este viernes el Asesor para Asuntos Internacionales de Brasil, Marco Aurelio García.
Rousseff habló por teléfono este viernes con el presidente indonesio, el cual le dijo a Rousseff que la pena de muerte se ejecutará este domingo para Archer y otros cuatro condenados.
El presidente de Indonesia, Joko Widodo, electo desde octubre de 2014, tuvo como primer propósito en la toma del cargo anunciar la "tolerancia cero" con el tráfico de drogas.
Paralelamente a los esfuerzos del gobierno brasileño por salvar a sus compatriotas de la pena capital, Amnistía Internacional ha iniciado una campaña urgente para presionar al gobierno indonesio para revertir las sentencias de muerte en otro tipo de castigos.
El condenado a muerte Marco Archer indicó en un testimonio grabado el pasado martes que su sueño es ser liberado y regresar a Brasil, para contar su historia a los jóvenes que tengan problemas con las drogas, y que no cometan el mismo error que él.
"Estoy sufriendo. Sé que me equivoqué... pero todo el mundo comete errores", dijo el brasileño de 53 años. Con la "inminente" muerte de Archer este domingo, este se convertirá en el primer occidental ejecutado en Indonesia, el país musulmán más grande del mundo donde su población está, en su mayoría, a favor de la pena capital.
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