Actualizado 08/08/2009 21:15

Inversores rehúyen a corredores y actúan por su cuenta

Por Rachel Chang

NUEVA YORK (Reuters/EP) - El colapso de Lehman Brothers en septiembre pasado marcó el comienzo de una espiral descendente para los grandes bancos de inversión, mientras que para una pequeña fraternidad de corredurías de internet desencadenó una fantástica racha de crecimiento.

Desde el comienzo de la crisis financiera, han entrado 32.200 millones de dólares en las dos mayores corredurías bursátiles por internet, TD Ameritrade Holding Corp y Charles Schwab Corp, según los registros de las compañías.

En comparación, los inversores han retirado más de 100.000 millones de dólares de las corredurías tradicionales con servicios completos como Smith Barney de Citigroup Inc y Bank of America-Merrill Lynch.

Por supuesto, los estadounidenses todavía mantienen la mayor parte de su riqueza en las corredurías tradicionales. Según la encuestadora Gartner, un 43 por ciento de los inversores individuales estaban trabajando con corredurías de servicio completo el año pasado, comparado con el 24 por ciento que trabaja con firmas de internet.

Y si bien las cifras para 2009 todavía no están disponibles, el flujo de los inversores en los últimos 10 meses se ha movido claramente en dirección hacia las corredurías de internet, según analistas tanto de Gartner como de la consultora de investigaciones Celent.

Uniéndose al éxodo está Ben Mallah, quien dice haber perdido 3 millones de dólares en una cuenta de Smith Barney, cuando los mercados se derrumbaron el año pasado.

"Nunca más confiaré en alguien que trabaje a comisión para que administre mi cartera. Si no están ganando dinero contigo, no les sirves", dijo Mallah.

La tendencia, resultado tanto de la crisis financiera como del surgimiento de una nueva generación de jóvenes inversores con conocimientos de tecnología y conciencia de costos, está posicionando a las correduría de internet como cada vez más importantes en el campo de la administración de riquezas.

Según las corredurías por internet, los números reflejan la pérdida de fe en los administradores de dinero profesionales mientras los pequeños inversores se recuperan del golpe que recibieron el año pasado.

"Se ha dado un despertar", dijo Don Montanaro, presidente ejecutivo de TradeKing, que contabilizó un alza post-Lehman del 121 por ciento en las cuentas nuevas. Los inversores ahora se dan cuenta de que ellos solos son responsables por su dinero, agregó.

El índice accionario S&P 500 cayó un 38 por ciento el año pasado, cuando la crisis inmobiliaria devino en una crisis crediticia mayor, que detuvo por completo los mercados financieros y redujo la riqueza global.

TD Ameritrade, la mayor correduría online según sus operaciones diarias, registró un salto interanual del 46 por ciento en las cuentas nuevas en el último trimestre del 2008 y sumó 7.800 billones de dólares en nuevos activos.

Parte de eso provino de los "corredores escindidos", antiguos corredores de Wall Street que se fueron a montar firmas boutiques, que manejan las operaciones de sus clientes mediante plataformas online.

Pero dos tercios de los 240.000 millones de dólares que administra TD Ameritrade son de su negocio minorista, dirigido a individuos que administran sus propias inversiones.

Hay 16 corredurías establecidas en internet funcionando en Estados Unidos, que van desde Zecco, que se ofrece a 4,50 dólares la operación, a Charles Schwab, que ofrece una gama de opciones que van desde las muy limitadas hasta las hechas a medida, que incluyen asesoría de sus expertos.

Dentro de ese rango, los inversores pueden elegir hacerlo solos, acceder a redes sociales donde los inversores comparan sus estrategias de cartera, buscar asesoría pagada o cualquier otra combinación.

E*Trade, por ejemplo, controlada por E Trade Financial Corp, ha captado la atención de inversores más jóvenes con anuncios televisivos en los que aparecen bebés que hablan. Esta recibió 3.500 millones de dólares en nuevos activos en el último trimestre del año pasado.

Las barreras de entrada son bajas: las cuentas de intermediación pueden abrirse con sólo 500 dólares y las operaciones son realizadas por 5 a 7 dólares cada una. Y no hay comisión.

Algunos inversores no quieren pagar comisiones en tiempos malos. Otros culpan a sus corredores por sus pérdidas.

Para Billy Scott de Prattville, estado de Alabama, el factor que cambió todo fue ver cómo el 60 por ciento de la rentabilidad de sus acciones se convirtió en una pérdida del 70 por ciento, cuando su corredor de Smith Barney le dijo que "esperara". Finalmente, perdió 10.000 dólares con el colapso.

Morgan Stanley Smith Barney, ahora un emprendimiento conjunto de Morgan Stanley y Citigroup, se negó a responder.

En enero de este año, este padre de dos hijos de 37 años llevó sus 11.000 dólares restantes a una cuenta de TradeKing.

"Cuando el mercado recibió el golpe, pensé: 'Hey, estas personas no parecen mucho más inteligentes que yo'", recordó.

MAS RIESGOS

Scott se reconoce como un comprador bursátil del aquí y el ahora, después de haber perdido la fe en el método de "mantener" que su corredor propugnaba.

Si bien operar al día es una estrategia riesgosa, considerada más afín a las apuestas que a las inversiones, Scott está contento con su rentabilidad del 8 por ciento a la fecha.

"Si alguien va a perder dinero, quiero ser yo el responsable", explicó.

Los analistas estiman que el colapso financiero ha acelerado una tendencia que se venía gestando a lo largo de la última década.

Aún así, los mismos corredores online reconocen estar compitiendo por una base limitada de clientes.

"Hay valor está en las corredurías de servicio completo para personas que no tengan el conocimiento o el deseo de hacerlo por su cuenta. No es que esa industria vaya a desaparecer", explica Gabriel Dalporto, jefe de estrategia de Zecco.

Pero la demografía indica que el crecimiento está en las alternativas online, porque sus usuarios son aquellos que han crecido con internet, dice David Schehr, director de investigación de servicios de asesoría de Gartner.

Un estudio de Gartner del 2008 arrojó que el 17 por ciento de los nacidos antes del llamado "baby-boom", personas de 63 años o más, usan corredurías virtuales, comparado con el 29 por ciento de los nacidos en la "generación X", es decir personas de 33 a 44 años.

"El grupo que más típicamente usa el modelo tradicional es el que está envejeciendo y deteriorándose," dijo Schehr.

Los inversores más jóvenes quieren acceso y ejecución al instante, y pueden obtener "más información con sus iPhones que la que los corredores podían obtener hace 10 años", dijo el presidente de marketing de Scottrade, Chris Moloney.

Y en los foros y blogs de estas corredurías virtuales se están formando activas redes sociales financieras, una atracción adicional para la generación Facebook.

Pero la crisis también ha amargado a los inversores más antiguos y avezados.

Mallah, de 43 años, dijo que sus corredores desestimaron sus indicaciones de retener sólo los seguros bonos municipales. Sus pérdidas provinieron, entre otros, de los bonos ligados a Lehman y acciones del ahora quebrado fabricante de etanol Verasun.

Smith Barney dijo que no tenía registro de su queja.

Este padre de cuatro hijos llevó más de 15 millones de dólares a una cuenta de TD Ameritrade en enero y ahora pasa "una enorme cantidad de tiempo" manejando su cartera. "Pero es la única forma de proteger mis activos y a mi familia", agregó.