Actualizado 16/12/2014 10:19

La isla de Pascua: el lugar habitado más aislado del mundo está en Chile

Isla de Pascua
Foto: WIKIPEDIA
    

SANTIAGO, 16 Dic. (Notimérica) -

   De todos los puntos más remotos de la Tierra, la isla de Pascual o Rapa Nui es uno de los más enigmáticos. Ubicada en la Polinesia, en el Oceáno Pacífico, y perteneciente a Chile, está considerada el ombligo del mundo al ser el lugar habitado más aislado del mundo.

   Tiene una superficie de 163,6 km cuadrados y alberga a unos 5000 habitantes, concentrados fundamentalmente en Hanga Roa, capital y único poblado existente en la isla. Se encuentra a más de 3.000 kilómetros de Chile y a unos 2.500 de la isla habitada más cercana, en las Pitcairn.

   Rapa Nui, el nombre tradicional de esta isla, significa 'Isla grande' en el idioma de los navegantes tahitianos que visitaron la isla en el siglo XIX. Al parecer, esta denominación está asociada con el parecido encontrado por estos habitantes con la isla de Rapa, en la actual Polinesia Francesa, que se conoce también como Rapa Iti.

   Se trata de uno de los lugares más misterioros y atractivos, no sólo por la auténtica sensación de desconexión que proporciona su lejanía, sino por su cultura ancestral de la etnia rapanui, cuya seña más importante corresponde a gigantes estatuas -alcanzan los 10 metros de altura- conocidas como moais.

   Estas figuras fuero construidas por los rapanui, uno de los pueblos descendientes de los primeros pobladores de la Polinesia. Hay más de 900 moais y Ahu -plataformas de piedra ceremoniales- decorando la costa de la isla, un espacio considerado como el museo al aire libre más grande del mundo. Lo que sigue siendo un misterio es la forma en la que se levantaron y se trasladaron ahí.

Isla de Pascua

UNA HISTORIA CON LAGUNAS.

    Varios estudios señalan que los polinesios llegaron a la Isla de Pascua hacia el año 600-800 d.C. A día de hoy, no hay una explicación precisa sobre las razones de los polinesios para recorrer semejantes distancias.

   A parte de ellos, ninguna otra civilización supo de la existencia de la isla hasta 1722, cuando el explorador danés Jacob Roggeveen llegó. El navegante le dio el nombre de Isla de Pascua, ya que el día en que aterrizó era un domingo de Pascua.

Isla de Pascua

   Cuando en 1888 el Gobierno de Chile tomó el control de la isla, gran parte de los moais habían sido destruidos y la mayoría de los nativos habían muerto en duras guerras entre diferentes clanes, en encuentros con forasteros, de hambre o por enfermedades.

   En la isla, que albergó a más de 4.000 personas, sólo quedaban unos cientos de habitantes a finales del siglo XIX. Sus descendientes son los que hoy viven en la isla y, aunque todavía se conservan algunas costumbres ancestrales, gran parte de su pasado y su historia se han perdido con el paso del tiempo.

Isla de Pascua

   Sin embargo, hay señales que, además de los moais, confirman la existencia de la civilización que vivió allí hace siglos: restos de casas, hoyos para el fuego, recintos cerrados, herramientas de hueso y de piedra, dibujos en las rocas, figuras labradas en madera, y un tipo de escritura todavía no descifrada, el rongorongo.

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