Actualizado 01/07/2009 17:15

Italia busca culpables tras mortal accidente ferroviario

Por Antonella Cinelli

VIAREGGIO, Italia (Reuters/EP) - Las autoridades italianas afrontaban el miércoles la presión para determinar quién fue el responsable de la explosión de un tren de carga que se incendió junto a una zona de viviendas y quemó a familias enteras mientras dormían.

La cifra de fallecidos por la explosión el lunes por la noche en la localidad costera de Viareggio ascendió a 16 después de que una niña de tres años y un niño de dos fallecieran por quemaduras en hospitales de Roma y Florencia.

Un total de 27 personas resultaron heridas, muchas de ellas de gravedad.

Los periódicos italianos exigieron saber quién era el responsable, con titulares como el de La Repubblica, "¿Quién es el culpable?" y del Corriere della Sera, "No hay excusas". Algunos periódicos dedicaron muchas páginas al desastre, uno de los peores de los que Italia tiene memoria.

"El infierno de los inocentes", fue el titular del diario de Roma Il Messaggero.

Mirko Angelini, un residente de Viareggio, al norte de Roma, contó: "Todos nosotros teníamos miedo. Simplemente no entendimos qué ocurrió, pensamos que era un ataque terrorista".

El ministro de Infraestructura, Altero Matteoli, dijo al Parlamento que se estaban "llevando a cabo comprobaciones" sobre las informaciones de que el eje del tren, que llevaba gas licuado de petróleo, parecía haberse doblado, lo que causó el descarrilamiento y la posterior explosión.

La Repubblica advirtió en un editorial que no había "peces pequeños" entre los posibles responsables.

El tren lo conducía un empleado de la red de ferrocarriles estatales italianos, que dice ser la mayor compañía del país, mientras que el vagón cuyo eje cedió era propiedad de una filial de la estadounidense GATX Corp

El conductor del tren, Roberto Fochesato, contó al Corriere della Sera: "No cometimos ningún error. Nos encontramos en el infierno, pero no por mi culpa".

La unidad GATX dijo que los vagones eran nuevos y emitió un comunicado en el que afirmó que "hasta ahora no vemos ninguna relación entre la causa del accidente y nuestros vagones".

Equipos de rescate suspendieron el miércoles la búsqueda de desaparecidos entre los escombros de las casas que se derrumbaron. Una persona sigue aún sin aparecer, pero puede que esté entre los muertos no identificados, dijo una persona que participaba en las labores de salvamento.

Historias conmovedores sobre las víctimas dominaron las ondas radiales y la prensa escrita. El Corriere contó cómo una madre que salió de su casa corriendo con su hijo Luca, de cinco años, lo puso en el coche y volvió a la casa por otros dos hijos.

El vehículo se incendió mientras ella no estaba y Luca murió.

Las cadenas de noticias por cable leyeron historias de familias muertas o en cuidados intensivos con graves quemaduras.

"Ilaria y Michela, hermanas y amigas. La bola de fuego las quemó juntas", era un titular de La Repubblica.

Se trata del accidente ferroviario con más muertos en Italia desde que 17 personas fallecieran en enero del 2005, cuando un tren de pasajeros chocó con otro de carga cerca de la ciudad de Bolonia, en el norte del país.