Actualizado 29/08/2009 21:15

Jóvenes Cisjordania visitan aldeas de ancestros Israel

Por Erika Solomon

RAMALLAH, Cisjordania (Reuters/EP) - Jum'a Ismail, de 14 años, vive a 50 kilómetros del Mediterráneo pero nunca ha visto el mar. Este joven palestino tampoco ha visto jamás a un civil israelí o un aeropuerto.

Los horizontes de Juma'a se expandieron este verano boreal, cuando dejó el campamento Jalazoun en Cisjordania gracias a un viaje promovido por el programa "Birthright Replugged" (Derecho a la reconexión), que lleva a niños palestinos refugiados a Israel para visitar las aldeas de sus ancestros.

"Es un intento para que salgan, mientras todavía pueden", sostuvo el creador del programa, Dunya Alwan.

Una vez que los niños palestinos cumplen 15 años, deben portar documentos de identidad de Cisjordania emitidos por Israel y ya no pueden pasar por los puestos de control israelíes sin permisos especiales.

"Birthright Replugged" está parcialmente financiada por el Programa de Paz del Centro Carter, fundado por el ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter. Este lleva a grupos de 20 niños palestinos a Israel dos veces al año.

Alwan, una estadounidense-iraquí de una familia judía-musulmana, se refiere a su trabajo como un contrapunto de "Birthright", el programa que ofrece a los jóvenes judíos de todo el mundo un viaje a Israel de dos semanas con todo pagado para fomentar sus lazos con el Estado judío.

VIAJE REVELADOR

El movimiento de Cisjordania a Israel era más fácil antes del segundo levantamiento palestino que comenzó en el 2000. Los atentados suicidas en autobuses y cafés israelíes detonaron medidas drásticas de seguridad que recién ahora están siendo aliviadas, bajo la presión internacional.

Los palestinos todavía deben portar documentos de identidad para moverse por Cisjordania. Ingresar a Jerusalén del Este, también tomada por las fuerzas israelíes en la guerra de 1967, o a Israel mismo, es casi imposible para la mayoría.

Eso pone a la costa del Mediterráneo y al aeropuerto internacional israelí Ben-Gurion, fuera de su alcance. Alwan dice que sus pequeños viajes podrían ser la primera y última oportunidad para los jóvenes.

A su regreso a la ocupada Cisjordania, ellos no pueden dejar de hablar sobre el mar, el aeropuerto, de cómo coexisten israelíes judíos y árabes, y cómo no tienen bloqueos viales sobre los cuales preocuparse.

"Ellos no parecen siquiera pensar si es que va a haber un puesto de control más adelante o no", dijo Haneen al-Nakhla de 14 años. "Siempre nos estamos preocupando y calculando este tipo de cosas", agregó.

También se sienten confundidos al ver israelíes que no son soldados ni portan armas, o colonos, quienes también tienden a estar armados.

DISTINTAS REALIDADES

Unos 2,5 millones de palestinos vive en Cisjordania. Israel es hogar de 7 millones de habitantes, un 20 por ciento de los cuales son árabes israelíes.

"No teníamos idea de cuántas personas judías habría. Hay más judíos que árabes. Los árabes y los judíos hablan entre sí, como si fuera normal. Yo pensaba que era algo realmente extraño. Nosotros jamás hablamos con personas judías en casa", dijo Haneen.

La excursión de Alwan no altera la forma en que la gente piensa; todos los estudiantes apoyan el derecho palestino de regresar a sus casas y tierras perdidas tras la guerra de 1948 por la creación de Israel, una exigencia que según el Estado judío destruiría el carácter de su país.

Para Alwan, simplemente mostrarles a los adolescentes su antigua patria convierte un sueño idealizado en realidades que pueden discutir.

Lydda, o Lod en hebreo, fue donde sus abuelos vivían anteriormente. Ahora es parte del extenso aeropuerto de las afueras de Tel Aviv.

"Estos niños ven los desafíos y las complejidades. Ellos ven que aquello a lo que tienen derecho ahora tiene un aeropuerto encima", sostuvo Alwan.

Si bien puede ser aleccionador, el aeropuerto es un gran éxito. La mayoría de los adolescentes jamás ha volado ni estado siquiera cerca de un avión, y toman innumerables fotografías.

"Tuve que sacar fotos para mostrarle a mi familia. Ellos tampoco han visto nunca un avión", dijo Jum'a, quien cuando está en casa apenas nota las torres de control, las vallas con alambre de púas y los altos muros de concreto que Israel levantó en Cisjordania.

La normalidad del interior de Israel los sorprendió.

"Realmente sentí que vivo bajo un regimen de ocupación", indicó Haneen.

La joven ha decidido que "realmente le gustaría convertirse en azafata," y Jum'a asegura: "Definitivamente quiero ser piloto."

De vuelta en su casa, los niños de Jalazoun parecen entrar en conflicto. Comienzan una oración a favor de la paz y la libertad para palestinos e israelíes, y luego terminan diciendo que no hay esperanza para eso.

Pero una conversación con los participantes de viajes pasados, quienes son un poco mayores ahora, sugiere que los ideales de coexistencia tienden a desarrollarse.

En el campamento de refugiados de Jenin, Ahmawd Ghazawy, de 19 años, estuvo en el primer viaje de "Birthright Replugged" en el 2007.

"Antes de 1948 había judíos y árabes y ellos vivían en paz. Podría ocurrir nuevamente", expresó el joven.