Publicado 24/01/2019 22:46

Jóvenes venezolanos presentes en la JMJ siguen con expectación los acontecimientos en su país

Jóvenes venezolanos en la JMJ
EUROPA PRESS

   PANAMÁ, 24 Ene. (Del enviado especial de EUROPA PRESS, José María Navalpotro) -

   Los jóvenes venezolanos que participan en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Panamá, que preside el Papa Francisco, siguen con expectación los acontecimientos en su país tras la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente de Venezuela.

   Desde la nación suramericana han llegado varios centenares de peregrinos, a los que se suma un nutrido grupo de exiliados que viven en Panamá.

   El Papa Francisco, que preside la JMJ, sigue con "cercanía" el desarrollo de la situación en Venezuela y "reza por las víctimas y todos los venezolanos", según ha señalado el director en funciones de la oficina de prensa del Vaticano, Alessandro Gisotti.

   En respuesta a los periodistas sobre la posición del Vaticano ante los acontecimientos en Venezuela, Giossitti ha asegurado que la Santa Sede "apoya todos los esfuerzos que permitan ahorrar ulterior sufrimiento a la población". Al término de su reunión con los obispos centroamericanos, el Pontífice se ha interesado por saber si había alguno de Venezuela, aunque en esta ocasión no estaba presente ninguno.

   Mientras, en varias catequesis celebradas esta jueves se han podido escuchar oraciones por la situación en Venezuela. En concreto, en la iglesia de Don Bosco, donde el cardenal Osoro ha dirigido la catequesis, antes de comenzar, una joven venezolana ha dirigido una oración, invitada por los organizadores.

   Ante un par de centenares de jóvenes venezolanos, españoles, guatemaltecos y costarricenses ha pedido por la situación de su país. La joven, Daniela, al acabar el acto, explicaba: "Al dirigir la oración, se me aguaron los ojos de la emoción. Estoy muy feliz y esperanzada por que podamos salir adelante. Hemos perdido el miedo".

   La joven, venezolana que vive exiliada en Panamá, explicaba que había comentado, emocionada, las noticias, con sus compatriotas: "Estamos muy contentos. Yo incluso sentía escalofríos. Y eso que sabemos que ahora vendrán las represalias". "Como yo, explicaba la joven, muchos compatriotas hemos seguido la JMJ muy pendientes a la vez de nuestro país. Con un ojo en cada sitio. Estamos emocionados, felices. Lo principal era recuperar la esperanza", ha señalado.

   Por su parte, Miguel, otro de los venezolanos presentes en Panamá, voluntario en un puesto de información a los peregrinos, expresaba el otro sentimiento común en sus compatriotas: "Tenemos cierto temor pensando en lo que ahora pueda ocurrir. Al conocer la noticia, ayer, en la residencia, los otros venezolanos que viven conmigo nos alegramos y dirigimos una oración pidiendo por la paz. Pero yo he vivido violencia a mis propios familiares en Venezuela y tenemos incertidumbre de lo que pueda pasar", ha relatado.

   A última hora de la tarde de ayer miércoles, en el concurrido parque Omar, que concita buena parte de las actividades de la Jornada de la Juventud estos días, una decena de venezolanos exhibía pancartas manuscritas pidiendo: "Por una Venezuela libre. Dios está con nosotros"; "Oremos por una Venezuela libre y democrática".

   Durante al menos veinte minutos, los jóvenes venezolanos mostraron sus carteles, ante la petición de buen número de jóvenes que querían fotografiarse con ellos, y participar de su alegría. Algunos de los peregrinos se abrazaban a los venezolanos y les expresaban su solidaridad por el paso hacia la libertad.

   Sonia Hernández, una venezolana que trabaja en Panamá, voluntaria en esta JMJ, ha manifestado: "me enteré porque un peregrino, al ver que llevaba la gorra de mi país, me enseño la noticia en su móvil y me dio un abrazo de alegría".

   La joven ha participado como voluntaria en el llamado Parque del perdón, gestionando los accesos a la zona de confesonarios, donde cerca de 2.000 personas cada día han acudido a recibir el sacramento del perdón en alguno de los 250 confesonarios portátiles instalados, atendidos por sacerdotes en diversos idiomas, y que han recibido a penitentes desde las 9 de la mañana y que han tenido que prolongar la hora de cierre.

   Ana Ortega, otra joven venezolana, recién licenciada en ingeniería medioambiental, explicaba a Europa Press su satisfacción por el cambio político en su país, mostrando su esperanza. "Después de lo que hemos pasado, yo ya no tengo miedo a nada, porque tengo fe. Si no, nos podríamos ni mover", ha señalado, para explicar su presencia en esta Jornada de la Juventud.