Publicado 01/09/2015 20:17

Juzgan a los responsables de una red de tráfico de personas guatemaltecas

   WASHINGTON, 1 Sep. (Notimérica) -

   El líder de una red de tráfico de personas Aroldo Castillo-Serrano, se declaró culpable este lunes por haber trasladado a menores y adultos guatemaltecos desde su país de origen a Estados Unidos de manera ilegal para, después, amenazarlos con abusos físicos con el fin de utilizarlos como mano de obra en granjas de huevos del estado de Ohio, informó el FBI.

   El acusado, un guatemalteco de 33 años, está siendo juzgado por los delitos de trabajo forzoso, manipulación de testigos y violación de derechos de inmigración.

   Su cómplice, el mexicano Conrado Salgado Soto, de 52 años, fue acusado el pasado 5 de agosto por haber participado en las mismas labores de tráfico de personas y delito de inmigración, según anunció el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

   Asimismo, las admisiones de culpabilidad están pendientes de la aprobación por el tribunal federal, por lo que no serán admitidas hasta que se determine su aprobación.

LES PROMETÍAN UN TRABAJO DIGNO Y FORMACIÓN.

   Según la acusación, emitida el 2 de julio, los imputados y sus colaboradores reclutaban a trabajadores guatemaltecos, algunos de 14 y 15 años de edad, prometiéndolos trabajos dignos y ofreciéndoles la oportunidad de asistir al colegio para poder seguir formándose.

   Falsas promesas que no se parecían a lo que se encontraban al llegar al país norteamericano. Una vez persuadidos, las víctimas eran trasladadas hasta Marion, en el estado de Ohio, donde les obligaban a vivir en condiciones deplorables y a trabajar en una granja durante más de 12 horas diarias por cantidades mínimas de dinero. Sus labores incluían limpiar gallineros, descargar y cargar jaulas de pollos y vacunar a gallinas.

   Además, los acusados amenazaban a los trabajadores con abusar físicamente de ellos y retener sus salarios para obligarles a seguir trabajando. Castillo-Serrano también fue juzgado por convencer a un testigo para mentir al FBI sobre lo ocurrido. Ocho menores, de hasta 14 años, y dos adultos fueron identificados como víctimas de esta red.

   "Los imputados explotaban a los niños pobres y vulnerables", dijo el fiscal general adjunto Gupta. "Perseguiremos y condenaremos esta clase de comportamientos con todas las herramientas que están a nuestra disposición".

   "Nuestras leyes y nuestra decencia no permiten que las personas sean tratadas como objetos", declaró el abogado Dettelbach. "Este acusado trataba a los trabajadores como si fueran menos importantes que los huevos de los que se tenían que hacer cargo. Ahora va a aprender que en esta Nación existe una gran diferencia entre ambas cosas".

TRES PROCESADOS MÁS.

   El caso aún tiene a una tercera implicada en proceso de ser procesada. Se trata de Ana Angelica Pedro Juan, de 21 años y procedente de Guatemala. Pedro Juan está acusada de tráfico humano con fines laborales y de conspiración para llevar a cabo las acciones de tráfico, además de presionar a testigos y mentir a las autoridades legales.

   Otros dos imputados, Conrado Salgado-Borbón y Bartolo Domínguez son acusados por delitos relacionados con la inmigración en relación a este caso.

   La sentencia de Salgado Soto está programada para el próximo 14 de diciembre, mientras que la de Castillo-Serrano se producirá más tarde. Los cargos de trabajo forzoso y persuasión de testigos tienen, cada uno, un máximo de una pena de 20 años de prisión, mientras que los relacionados con delitos de inmigración y falsas declaraciones a las autoridades están penados con un máximo de cinco años.

   Por el momento, la investigación sigue en proceso. El caso está siendo analizado por la oficina del FBI en Cleveland, el Departamento de Seguridad Interior y la oficina de Sheriff del Condado de Marion.